jueves, 24 de diciembre de 2015

Malditos



Y aún así,
y aún a pesar de todo,
te clavas,
te me clavas,
maldito seas.

Te clavas para hacerme llorar otra vez,
para recordarme que no me has querido 
ni tan sólo un poquito.
Para saber que no te he olvidado,
para apuñalarme una vez más.

Y otra vez duele,
y otra vez sangra,
y otra vez lloro,
y me lamento
y me siento inferior
y me siento sola
y me siento, 
para no caerme.

Tan frío siempre conmigo...
qué te habría hecho yo!
ni como amiga,
ni como nada.
Desinterés absoluto por mí.
Y me dueles otra vez,
y te me clavas.

Maldita sea mi suerte,
maldita sea mi vida,
maldito seas cien veces.

Maldigo tu puto nombre,
y maldigo tu puta coraza.



 

 

 



 

martes, 22 de diciembre de 2015

Desperfectos sociales



A Juan, le dejó su mujer a sus 43 años. Se fué con otro de 50 que vivía en una caravana. Lo abandonó a él y a su hija, a la que Juan cuida y mima todos los días.
A Sergi, su mujer le puso los cuernos. Y él tragó con todo su orgullo con tal de que no lo apartaran de su bebé. Creó su particular "vie en rose" e hizo de su buen humor, su bandera.
David sufrió la crisis de los 40. Su vida dejó de tener sentido. Despertó y se percató de que ya no amaba a su mujer, y de que ya no amaba a su vida, ni siquiera se amaba a él mismo. Cogió la maleta y se fué. Tiene una hija de 10 años.
A Sergio, se le pasó el amor. Tuvo una hija a sus 21 primaveras. A su vida la marcó la prisa. Pero lo que él no sabía, es que todo lo que sube como la espuma, luego baja igual de rápido.
A Loli le abandonó su marido por la corista. No se dió cuenta de lo enamorada hasta las trancas que estaba de él, hasta que él se fué. Tiene dos hijos y hace magia con el dinero.
A mí... mi historia ya la he contado infinidad de veces.

Todos nosotros somos desperfectos sociales. Parches de la sociedad y el amor. Rotos que cuando se juntan, no hacen dos.
Pero que en una noche de cena y vino, encajan en puzzle. Y que aún llevando cada uno la vida entera a cuestas, no nos faltan ganas de brindar y reírnos de nuestras historias con sonoras carcajadas. Con los susurros de unas velas, o en los gritos de una canción.
Y viendo esta variedad de vidas, este surtido de dolor, mi corazón se estremece, y es capaz de abrazarlos con calor.

Gracias por esta noche.
Gracias por hacerme sentir menos extraña.
Gracias por dejarme pertenecer a este mundo
de desescombros y telarañas,
y que aún siendo frío como el hielo,
y oscuro como el tizón,
lo compartimos,
y le damos así la luz
y sentimos el calor.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Baile de mi amor con tu muerte




Cuando era jóven, mucho más jóven que ahora, mi lema solía ser, vive y deja vivir.
Hasta hace bien poco, todos y todo me parecía humano. Muy humano. Siempre concediendo el beneficio de la duda, siempre disculpando las malas conductas. Siempre dando a los demás amor en mi utopía de felicidad.
Pero la gente no cambia. Y quien es malo, es malo de verdad. No hay disculpas que valgan.  No hay humanidad.
Así que si voy a morir, que sea con tu miembro entre mis piernas. Siéntate, que yo bailo encima. Déjame que me llene de ti, entera. Y ése será nuestro sitio. Y ése será nuestro hogar. No hay más.
Muerta la gata, se derrama esta vez dentro. Dentro, muy dentro. Y es en este punto dónde no hay exitencia. Dónde no existen los demás, dónde no hay nada. No hay tiempo. No hay espacio. No hay ser ni estar.
Y es encima tuyo dónde conecto con los millones de años de historia de la humanidad. Y ya no hay caras ni cuerpos. Sólo veo almas que pasan y se escurren, que se disipan en algún sitio para dejar pasar a otras en una danza sin ensayo, pero que está completamente equilibrada.

Sigo siendo jóven, pero mi lema ha cambiado. Mi cuerpo se murió en algún sitio y he resucitado con otro apartentemente igual, pero que no es el mismo, y en otra parte diferente. En medio de esta teletransportación he visto las sombras, me ha castigado el diablo, me ha maltratado el invierno, y me he enfermado.

Y espero el regreso de la embestida, que conecte todo de nuevo. Pero que esta vez no voy a consentir que me despiste con sus inseguridades. Me va a dejar entrar en trance, pero sin presionarme ni atarme. Que si quiere morir, que muera... Oh me encantaría darle caza. Primero quedarme quieta, y observar la presa. Acorralar el cuerpo. Asaltárle como pantera que soy, y tomar a la embestida, y no a cualquiera, sólo a la que conecta mi amor con su muerte. Con un coro de almas fugaces, que bailan y danzan y se van rápido, porque no van a querer mirar, esta gran atrocidad.

Vive tú, vivo yo,
y dejemos morir.

El lema es vive,
y deja morir.

O si lo prefieres,
muere tú,
y dame la vida con tu final,
que así resucito,
y te amo yo.

Como gata salvaje,
que bien puede conectar,
el amor y la muerte,
dentro de su propiedad.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Crímenes perfectos




"No me castigues más con tus crímenes perfectos"

Un crímen perfecto.
Nadie me ha conocido,
nadie sabe quien soy,
nadie me ha visto nunca.
Y tú me matas,
y aquí no ha pasado nada,
nada que reprochar,
nada para enterrar,
ni muerte que disculpar.

Nada
de nada.
No soy nadie.
Un cadáver tirado al mar,
o a la cuneta,
quien me va a echar de menos?
si no he existido.

Y te digo esta noche, otra vez,
y durante no sé cuantas noches más,
que no me lastimes más
con tus crímenes perfectos.

A qué saben los sueños, dímelo

Me gustaría saber a qué saben los sueños. Creo que se me van a cumplir todos juntos del tirón. Y me pregunto a qué saben. Dímelo tú que los has tenido. Dímelo, no seas egoísta y te lo quedes todo para tí. Ayer ví a alguien que se parecía a tí, el mismo porte de espalda. Y el corazón casi se me sale por la boca. Qué asco me doy a mí misma sintiendo esto. Así que cambio de pensamiento, otra vez a ser positiva y pensar en los sueños, en que los estoy acariciando con la punta de los dedos. Que se acabó todo esto, que viene una nueva era. Y que para conseguirlo te he tenido que dar con la puta puerta en todas las narices. Y tú ni siquiera te has movido. Juraría que no has ni parpadeado. A veces me gustaría pegarte, empujarte, provocarte a que reaccionaras. Parece que por tus venas no corriera la sangre, qué mal te congela? y eso no es un desamor porque no me lo trago. En mi sueño te pego una bofetada y espabilas. Me gustaría saber cómo sabe el sueño hecho realidad. Y algún día, más tarde que temprano, te voy a voler a ver, tarde o temprano, y me tendré que morder el labio para refrenar las ganas de darte una buena y sonora bofetada. Así que, no vas a poder reaccionar nunca. Ahí te quedarás, pasmado, con cara de póker y pensando en qué sabe dios lo que se te pase por esa puta cabeza.
Y lo sé, me estoy deslenguando. 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

El mentalismo



Todo es mente. La mente crea la materia. El ser humano es un ser pensante, y con los pensamientos creamos los paisajes y la existencia.
Los pensamientos... tan importantes son en nuestra existencia que.. la crean? Y algo tan importante, debería ser en positivo siempre!
Llevo días intentando cambiar mi pensamiento. Cada vez que surge un pensamiento negativo, automáticamente lo cambio por uno positivo. Al principio era tarea difícil, hasta creí que sería imposible, en esta onda negativa que me envuelve últimamente. Poco a poco, he ido cambiando los pensamientos negativos en positivos, sustituyéndolos. Y para mi sorpresa, mi vida ha cambiado. Al principio sólo era un poquito, y cada vez que más sustituciones hacía, el cambio se ha ido evidenciando de una manera mucho más palpable. La vida entera ha cambiado en apenas unos meses.
¿El cambio de pensamiento da lugar a un cambio de realidad? Siempre acabo con la misma incógnita.
Intento dirigir mi pensamiento para cambiar mi realidad. Al principio es costoso, pero se puede. Y el resultado es palpable. Quizás lo más complicado es sostenerlo. Ha de ser un trabajo constante en el tiempo-espacio para un resultado óptimo favorable.
Y cuando llego a este estado de cambio, donde mi pensamiento va dirigiendo mi realidad, me embriaga un sentimiento de omnipotencia. Puedo colarme en la mente de los demás. Puedo dirigirlos. Cambio fácilmente sus reacciones a mis intereses. No sé cómo lo hago, pero me sale de dentro. Desde luego me he topado con muros. Ciertas personas son inaccesibles, un gran misterio para mí, lo cual provoca toda mi atracción y varios intentos de colarme dentro.
Y entro en conexión, conmigo misma y con el resto del universo. Como formar parte de un todo, como una pieza única e irremplazable de un engranaje superior.
Estos sentimientos son los que nos diferencian de los animales? En las cavernas también sentían estas conexiones?
 Todo lo que veo, es real? real porque lo veo o real porque lo creo? o irreal porque sólo lo pienso?

Y lanzo una vez más la misma pregunta, ¿qué fue antes, la realidad o el pensamiento?

















jueves, 3 de diciembre de 2015

Orgullo de ti






A veces te miro,
y a veces,
me enorgullezco.

Tu ingenio provoca mi risa,
miro y observo.
Algo por dentro viene a saludarme,
algo me satura,
algo me ensancha y me hace grande,
algo,
que se desborda de mí.

Y es que me sorprendo,
mirando a un hombre,
y que no es cualquier hombre!
sino el que va a ser mío.
Y me sorprendo!
y es que nunca dejo de hacerlo,
cada vez que voy sintiendo,
como novedad muy nueva,
un orgullo de ti.

Y yo dura de roer,
y yo, 
que nunca respondo,
ni hablo de más,
ni hago ilusiones,
que me puedan desilusionar.

Yo, 
que me mantengo en pie,
me haces desistir,
cada vez que te pregunto qué quieres,
y me respondes que a mí. 

Mi corazón susurra a mi cabeza,
y apenas musita un "no te cierres".
Dejar atrás el pasado,
pintarme verde esperanza,
aceptar este regalo,
y olvidar todo aquello
que hizo tanto daño.

Así que vuelvo al kilómetro cero,
mis huellas,
las ha borrado el viento.
Sólo hay que alzar la vista,
para ver la orilla.

Y a ese pequeño barquito velero,
que siempre viaja contento,
y que con sus velas me saluda,
y que con orgullo,

me meto dentro.



domingo, 29 de noviembre de 2015

Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra



Destapando la caja de los recuerdos,
repaso las conversaciones.
Y es de locos.

Perdí el control, 
me desquicié.
Lo siento.
Sentía mucho, 
y sentía que no era correspondida.
Y sentía tanto y tanto miedo,
por ver el final,
que lo provoqué yo! 
antes de tiempo.

Dos mundos completamente diferentes.
Esta descomunicación caía de cajón.

Tú,
del mundo de la farándula.
Alma libre,
lobo solitario,
y sin obligaciones.

Yo,
del mundo de casa.
Alma libre,
pero coja,
y con mil responsabilidades que me ahogan.

Es que no podía ser, de ninguna de las maneras.
Era imposible, y tenías razón tú también.

Me ha dado por coger el movil viejo,
mirar las antiguas fotos.
Y ahí estabas tú,
poniendo morritos.
Qué gracia me ha hecho, jajaja.
Quizás algo, sí que me has querido.

Me gustaría hablarte,
con el corazón,
pero la última vez que lo hice... no funcionó.
Tenía que haberte gritado que no te fueras,
y que no te fueras nunca!
haberte agarrado más fuerte,
darte los mil besos que tenía guardados en el tintero,
colgarme como una lapa de tu cuello,
decirte que es que yo te quiero.

Pero...
habría conseguido algo?
o me habría humillado aún más,
consiguiendo precisamente el efecto contrario,
con la voz de tu cabeza
diciendo que huyeras.

Déjame quedarme con los recuerdos bonitos.
La risa de la útlima cena,
la sonrisa de tu cara cuando te abría la puerta de mi casa,
el vaso de agua después de subir todas las escaleras de la tuya,
que me dijeras "come" mientras me empujabas la comida,
cómo si yo fuera un pajarillo,
y tú un oso bondadoso.
El whatsapp de despiértate ya..
el de estoy aburrido en casa,
y el de cómo estás.

No puedo retractarme de mi golpe de estado,
porque así lo siento.
Que no era la mejor manera..
estoy segura de ello.
Que tenía que haber tenido más mano izquierda..
pues también.

Però qué farem! 
si es que nadie es perfecto,
si es que sigo echándote de menos,
y lo mismito lo mismito,
que antes te echaba de más.


 

viernes, 27 de noviembre de 2015

Parches emocionales




"Ya todos somos piezas rotas.
Mochilas cargadas a la espalda.
Somos parches.
Y se aprovecharán de tí."

Odio decirte esto,
no te imaginas cuanto,
pero como siempre,
tenías razón.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

En honor a la verdad





En honor a la verdad,
diré que todo lo que he hecho,
lo he hecho por mí,
y exclusivamente,
por mí.

En honor a la verdad,
diré que no te quise nunca.
Que me autoengañé en quererte,
y que no me perdonaré jamás,
y que aceptaré todos estos cien años de soledad de castigo.

En honor a la verdad,
diré que nunca quise ser madre.
Que lo más hermoso que me ha pasado en la vida,
ha sido tener a mis hijos en brazos,
y el amamantarlos.

En honor a la verdad,
diré que al final encontré el amor.
Que fue algo grandioso,
y que aún después del dolor causado,
no dejaría de repetirlo por cien mil veces más.

En honor a la verdad,
diré que soy humana.
Que entro fácilmente en la piel de los demás,
y que siento sus sufrimientos,
y sus alegrías,
como si fueran mías.
Que a veces pienso que esto es un defecto,
y que no lo puedo evitar.

En honor a la verdad,
diré que devoro los libros.
Que me sirvieron durante muchos años para escapar.
Que aún ahora, 
escapo con los versos,
que me matan a veces
pero que otras me salvan.

En honor a la verdad,
diré que lo hice todo,
y que todo fue por mi decisión.
Que hice bien,
y que hice mal.
Que cometí errores,
que guardo azañas,
y que todo y todo
lo hice con mi corazón.
Que no lo guardo,
que no lo escondo,
y que nunca lo he podido callar.
Y que me sigue latiendo fuerte.
Que me dirige,
que me mata y me revive.
Y que ya es tan grande,
que temo que algún día se escape.

Y en honor a la verdad,
diré que soy Raquel,
que soy como el vino,
que lato con pasión las cosas,
que me río hasta de mí,
que cuando río, lloro.
Que la música me transforma y me lleva,
y que la adoro,
y que no podría vivir sin ella.
Que prefiero unas bambas a unos tacones.
Que me gusto más por las mañanas recién levantada,
que por la noche maquillada y peinada.
Que no me hacen falta grandes cosas.
Que vivo con lo pequeño.
Que me indignan las injusticias,
y que todo es siempre tan relativo.

En honor a la verdad,
diré que mis penas y alegrías,
para mí son.
Que las quiero a las dos,
y que sin ellas...
yo no sería lo que soy.
 

 

martes, 17 de noviembre de 2015

Aceptación



Pasan las horas, 
y pasan los días.
El sol, 
ha salido y se ha puesto durante no sé cuantas veces.
Y ya me hago a la idea de que no vuleves,
y ya me hago a la idea de que no vuelvo,
y ya me hago a la idea de aceptar que no era.

Cuánto tiempo es olvido?
Debe ser algo personal.
Por mi experiencia,
me calculo un año. 
Aunque creo que esta vez,
va a ser menos,
apenas a pasado un trimestre,
y ya es vago recuerdo.

Un trimestre más,
y no te escribo.
Aunque creo, 
otra vez,
que esta vez,
va a ser menos.

Y como algo genuino,
dejo constancia,
del recuerdo.
Me gustaría saber,
cómo se lleva eso,
saber si cuando pase un año,
me reiré al leerlo.

Ahora que ya sabemos que no vas a volver. 
Ahora que ya sabemos que no vuelvo,
ahora que ya sabemos que no era...
ahora que lo acepto,
ahora,
te dejo entrar,
y me muero, 
de miedo.

No sacaré más defectos,
lo prometo.
Y dejaré que me quieras,
y que nos soñemos.

 Se ha acabado,
esta cuenta atrás.

Ahora que no vuleves,
ahora que no vulevo,
ahora que no era,
lo acepto,
y me reinvento.










viernes, 13 de noviembre de 2015

Animalista sin causa








Y de repente,
una oleada recorre mi vientre.
Y luego otra.
Y quiero que vengas,
y que rompas la ropa,
que me cosas la boca.
Que levantes el asta,
que me muevas hasta las pestañas,
que  me cojas del pelo
y que te enfades,
si no me escuchas gritar. 
Que me susurres guarradas.
Que me pilles y me mates.
Que no tengas compasión.
Que no me voy a domesticar!
Ni aunque te derrames.

Tengo un kamasutra en blanco,
y un montón de imaginación.

Trae tú la espada,
que el escudo lo pongo yo.

 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Sólo en los tuyos



Todo lo que he hecho,
lo he hecho por mi bien.
Por qué 
es doloroso.

Hay lunas negras,
que duelen.
Y es que nada es para siempre,
ni siquiera esto.

Miro al callejón.
Los muros son altos
y no puedo trepar.
Me he roto una y otra vez las uñas,
intentando escapar.

Retroceder,
no puedo,
ya soy diferente.

Y sin llegar a estrellarme,
siento un golpe seco.
La gravedad,
empuja mi cabeza contra el suelo.
Y en el silencio sórdido, 
saboreo mis lágrimas,
y mi sangre.
Como cuando recibí aquella paliza.

Y me gustaría perder la conciencia,
y me gustaría dejar de existir.

Y despertarme en unos brazos,
en los tuyos,
y acurrucarme en un cuerpo,
en el tuyo,
y poder ser frágil,
en tu envoltura.

Muchos años siendo fuerte,
crean necesidad de cariño.

O quizás no.
Porque ya no me vale cualquiera.
En lo brazos de cualquiera, 
no.

En los tuyos,
siempre en los tuyos.



 

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Yes we can


Bueno,
pues vamos a ser positivos,
que yo puedo.

Hoy el día se ha despertado con grandes nieblas en el itnerior,
pero que se han disipado a lo largo del día,
y ha lucido un sol espectacular en gran parte de todo el país.

Durante esta semana,
habrán grandes presiones atmosféricas.
Parece negativo,
pero no.
Darán lugar a más sol,
y a altas temperaturas.

Y las isobaras separadas,
auguran
gran calma aérea
y vientos de rachas muy cortas.

No sé porqué, 
me da la risa,
y tengo que parar de escribir.

Es que no me lo creo ni yo. 
Hay que ver la que he montado yo solita,
jajaja.

Oye algo positivo!
Me he reído!


martes, 10 de noviembre de 2015

Remedio balsámico


Mi garganta, 
me duele.
Se inflama,
estrangula todas las palabras,
y por la boca,
mueren.

Mi cabeza, 
me duele.
Laten mis sienes,
presión en mi cráneo.
Los pensamientos se aplastan,
y en las sinopsis,
mueren.

Mis ojos,
me duelen.
Presión ocular.
Las imagenes entran,
y antes de verlas,
mueren.

Mi corazón,
me duele.
Aprensión muscular.
La sangre entra y sale,
oscurece,
y muere.

Y para todo este dolor,
sólo hay un bálsamo de rescate.
Que quiere que destapone el frasco,
que quiere que beba su pócima,
que quiere que le ponga mi nombre.

Y yo,
dolorida,
me tienta beberlo.
Pero no encuentro el prospecto.
Y me niego a tomarlo,
una y otra vez,
sin conocer sus efectos.

 
 

jueves, 5 de noviembre de 2015

Un ying-yang perfecto




Ellos son mi vida.
Si pudiera explicar con palabras,
todo lo que siento cuando los veo.
Ojalá fuera mejor poetisa,
ojalá que expresarme,
no fuera mi problema.

Se acurrucan los dos en el sofá,
debajo de la manta,
y se miran,
reproduciendo un ying-yang,
perfecto.

Tan rubios...
Tan bonitos sus ojos de mar...
En la nena es de aguas turquesas,
en el nene es de océano tropical.
Andan con sus cabecitas,
piensan con sus pies.
Hablan por los codos,
y cuando ríen,
son sonoras carcajadas
las que retumban por la pared. 
Y también se enfadan,
vaya si se enfadan!
Y aunque me reten,
a mí me gustan así,
con carácter.

Me cogen de las manos,
y me besan.
Y con sus ojos de agua,
me miran como si fuera 
lo más grande de esta tierra.

Cuando llego de trabajar,
están ansiosos por explicármelo todo.
No paran de hablar,
se pelean por ser el primordial,
mientras yo,
apenas puedo quitarme la chaqueta!

Y entiendo porqué una persona sería capaz de matar.
Y entiendo porqué estamos los tres solos.

Les doy la libertad.
Y les doy las alas.

Hay quien me pregunta,
que cómo me gustaría verlos,
de mayor.

Y yo siempre les digo,
que me da igual.
Sólo quiero que sean
como ellos quieran que sean,
y que así sea,
siempre.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Risa terapéutica






La soledad.

Que no es lo mismo que estar solo.

La injusticia.
Que no es lo mismo que ser justo.

La maldad.
Que no es lo mismo que ser Maléfica.

El desgarro.
Que es lo mismo que estar muerto y sangrando.

Cuantos demonios puedo llegar a encerrar dentro.
Cuántos!
Que salgan uno a uno.
Que les quiero echar un manto.

Otra vez me aprietan el estómago.
Y me escurren.
Y me dejan echa un asco.
En la noche y sin bombillas.

 Y tú apareces con el aire a nuevo,
y llenando el tiempo de risas,
y diciendo eso,
de que la vida es rosa.

Y diciéndome que por supuesto, 
voy a superar mis miedos.
Y lo dices tan convencido,
que hasta yo me lo creo.
Tan fácilmente 
paras mis tormentas,
que hasta me pienso mejor persona,
desde que me enseñas.

Llevo unos días con mal dormir.
Tú lo achacas a que no puedo vivir sin ti.
Y me vuelves a hacer sonreir.
Menuda hazaña la tuya,
el sacarme sonrisas.

Nos miramos entre la multitud.
Y me miras,
entre admirador y depredador.
Y yo me hago la tonta,
pero cada vez que levanto la vista,
me topo con la tuya.

Y me hablas de ir a ver el Louvre,
y de ir a Francia,
y de pararnos en todos los pueblos,
y de pisar todas las carreteras,
y abrazarnos todas las noches.

Haces que levante al cielo,
esta mirada,
y que tropiece, 
con tus ojos brillantes,
y llenos de vida.
Es así, 
como esta pena,
pasa un poco desapercibida.

No sé si existe para siempre,
si se comen perdices o no,
ni si yo puedo ser tu princesa,
ni si tú quieres ser azul.

 Pero sé que mis días son mejores desde que aparecistes.
Que me pongo nerviosa cuando me subo a tu coche,
y que tú estás nervioso cuando me monto.
Que me coges de la mano y la acaricias.
Que te agarro el brazo y me apoyo.

Y que si aquí había un roto,
aquí me traes 
a un descosido.

Y sin importar todo lo que esté pasando,
nos reímos,
y así sabemos,
que todo estará bien.


 
 
 
 


 

martes, 3 de noviembre de 2015

El lado bueno de las cosas






Dice mi psicóloga que piense en postivo.

Todo es malo porque sólo se me ocurre pensar en lo negativo,
que menosprecio las cosas buenas,
y lo positivo que tiene mi vida.

Siempre he sido alegre y optimista,
en qué punto hubo la inflexión.

Dice, 
que los golpes que afrontamos,
nos hacen pensar así,
en negativo sin revelado.
Y que esto,
hay que revertirlo,
y aprender,
a encajar los golpes
con gracia.

Así, 
voy anotando en una hoja
todas las cosas buenas 
que me pasan al día.
Apenas salen dos frases,
y pensando mucho,
pero es verdad que por lo menos, 
hay.

Cómo mirar 
el lado bueno de las cosas?
No sé mirarlo..
bueno sí sé,
pero en el fondo no me lo creo.
Y eso,
es como no saber.

Ahora resulta, 
que hay una gran fiesta en la vida,
y yo sin invitación.
Y si tengo invitación,
pues no encuentro qué ponerme,
ni cómo peinarme,
ni el maquillaje adecuado,
ni calabaza a la que convertir en carruaje.

Esta vez, 
desconfiaba mucho 
de que me sirvieran para algo
todas estas consultas.
Pero es cierto, 
que mi nivel de ansiedad ha rebajado.
Y aunque sigo sin creérmelo mucho,
intento ver el lado bueno de las cosas,
y pensar en positivo.

Vivimos muchos años.
Y es antinatural.
Llegamos perdidos, infelices.
Es por las edades a las que llegamos.

O sólo soy yo.
Pero no creo, 
mi caso sólo es un copia y pega de otro montón de dosieres archivados en la consulta.

Y me dice que no piense!
A mí!
Que me paso todo los segundos pensando!
Pero realmente hay momentos de no pensar nada?
es que es imposible,
en algo se piensa seguro.
Y cómo no pienso?

Sinceramente, 
no sé si va a poder hacer algo conmigo.
Porque el hacer, 
lo tengo que hacer yo.
Y yo, 
no sé que hacer.
No sé cómo hacer.
No sé por qué hacer,
ni sé, 
dónde hacer.

Más perdida que una brújula sin norte,
y más liada que la pata de un romano.

De verdad se puede sacar provecho de algo de aquí dentro?
 

lunes, 2 de noviembre de 2015

Y por las noches, todo es cambio de postura, y encuentro telarañas, por las costuras




Echo de menos,
una conversación inteligente por las noches.
Entro en la cocina,
y hace tiempo que no estás.

Ahora cojo el portátil.
Pero no me responde.
Ni me responderá nadie,
así como tú.
Nunca más.

Tú enseñabas,
yo, disfrutaba con aprender.
Y hablábamos, y hablábamos, y hablábamos..
por qué no nos grabamos nunca al final?
Porque no querías verte.
Te avergonzabas de ti mismo.
Si te hubieras visto con mi mirada...

Es duro que no te quieran,
pero más duro es 
ser incapaz de amar.

Las tentaciones de volver son muchas.
Me gustaría que fueras,
sin más razón que ser.
 Pero recuerdo tu otro estar,
y me dan escalofríos.

Qué putada,
más grande.

Me seguiré sentando en el balcón sola,
viendo pasar en la noche,
el camión discordia,
sin echar humo a la luna,
pero echando toda la carne en el asador.

No hay inteligentes felices, 
ya lo sabemos.

 Es el peso que hay que soportar.

En esta bujería que inventamos,
te siento,
y siento el sufrimiento,
como si fuera mío.

Me gustaría preguntarte 
si has sido capaz 
de volver a hacer brujería. 
A mí me apena pensar que quizás
no la voy a sentir nunca más.

Y me gustaría contarte tantas cosas!
este año sin ti ha sido apabullante!
y me hubiera encantado poder contártelo todo
todo y todo. 
A ver qué opinabas, 
a ver si te sorprendías,
a ver si alucinabas!
y estoy segura que sí, habrías alucinado.
Cómo yo aluciné cuando lo conocí!
Qué cosas tiene la vida!
parece todo un ensayo satírico.

Y es que ésto,
a quien se lo cuente,
no se lo cree.


domingo, 1 de noviembre de 2015

Llorar... sólo de placer






Falta poco para que tome una decisión importante.

Debo ser fiel a mis creencias, 
y fiel a mí,
para no errar.

Tememos a lo nuevo.
Por qué.
Sin arriesgar,
uno no sabe nunca,
si puede ganar.
Y perder perdemos!
sin apostar.

Tengo luz dentro,
pero sólo con una mala brisa,
se puede apagar.
Me sé sus defectos 
me sé sus virtudes.
Y la quiero con toda el alma.
Y brilla dentro de mí.
Y si tengo que protegerla,
pues la protejo.
Y si tengo que romper con todo,
pues rompo.
Y si tengo que renacer,
pues renazco.

Pero... es eso lo que quiero? 
renacer?

A priori, da un poco de miedo.
Miedo a volver a los insomnios,
miedo a volver a las pesadillas,
miedo a otra vez, 
sentirme usada.

Nunca más, 
faro de ciego.

Por lo tanto,
si no quiero ser
sólo una víctima más...
la decisión es la correcta.

Aún siento celos,
y no soy celosa.
Qué dolor el de esta humillación.

Lo que más ha dolido,
no ha sido no ver sus ojos,
ni apoyarme en su pecho nunca más,
ni hablarle sin que él pensara en nada,
ni que no me quisiera.

Lo que más ha dolido,
como siempre,
ha sido la mentira.
La falta de franqueza,
el miedo a decir la verdad.
Este juego con mi alma.

Con todo lo que me ha tocado vivir,
con todo lo que he pasado.
No se le caerá la cara de vergüenza?

Y una vez más, 
me toca esto de decir,
que ésta no es mi guerra.

Mi mejor amigo,
me solía enseñar:
quien te quiere, 
no te hará llorar.

Así que brindo por este nacimiento.
Y prometo, 
que si algún día vuelvo a llorar,
será de placer mientras me follan.

Amén.
 

sábado, 31 de octubre de 2015

Animal instinct


Es brutal,
es bestial,
es
el instinto animal.

Mis vientos arrancan las espurnas del mar.
Con ellas pinto el cielo,
las mezclo con las nubes,
y bromeo con el sol,
que siempre juega a quemarse,
pero que luego
nunca arde.

Los aires, 
arremolinados de vez en cuando,
tienen miedo.
Hacen ojo de huracán,
y temen que la manga,
enganche al mar ártico.
Que condense el aire,
que convierta al gas,
en sólida tierra para fundir,
en su glacial.

Y si el aire llora.

Y si sus lágrimas,
quedan atrapadas,
 en cada cristal.

El ojo del huracán,
enamorado del ártico.
El instinto marca,
y la congelación se acerca.

La casa oscurece,
de las esquinas,
aparecen telarañas,
el arcoiris se va,
dejando un rastro de negro y gris,
mezclado con agua de mar.
El aire, 
haciendo tormenta.
Y la casa,
hace abrazo fuerte,
y detiene, 
cada embiste
de la tempestad.

Y el glacial se acerca.
Y engancha al aire.
Que se solidifica con el frío,
y el invierno aprovecha,
y lo agarra por el cuello.
Lo obliga a mirarle,
es el único sitio,
donde el glacial,
 arde.
Y aprieta fuerte,
y rompe la masa en millones de cristales.
Todo convertido en polvo,
que se sacude,
y pisa al marcharse.

Y yo me pregunto, que qué será mejor en la vida,

seguir el instinto animal

o ser menos animalista,
pero con más paz.


 
 

martes, 27 de octubre de 2015

Don diablo






No me canso de mirar al mar. Qué lujo coger el tren de la costa. Me he abstraído todo el recorrido con las olas, la arena, el cielo azul... Me pregunto hasta qué punto apreciará la gente, que tiene que hacer este trayecto cada día, el azulyblanco del oleaje marítimo, con el azulycielo y el azulymar que invaden las ventanas del tranvía.

Cuando ha pitado la parada de mi destino, simplemente me he dejado llevar por la multitud a la salida. Y el olor a sal lo impregnaba todo.
Y mirando al suelo casi me tropiezo con alguien. Levanto la vista, y ahí estaba Don Diablo. Con sus ojos azules perniciosos y su barba rubia que reflejaba dorada con la luz del sol del atardecer. Elegante como siempre, con planta. Tejanos y americana y una mochila pequeña donde siempre lleva todas tus pertenencias, de una casa para otra. Y altivo, como sólo sabe hacerlo él.
Oh! diablos!, tú no me has visto, pero yo sí! Y no he podido evitar que una sonrisa asomara a mi cara al verte de nuevo. Ni dolor, ni pena, ni leches. Una gran risa recordando cuando yo era diablesa, y cuando retuve a Don Diablo entre mis piernas.
Qué harías allí. Qué hacía yo?
Y como quien no quiere la cosa, te esquivo la espalda y sigo mi paso apresuradamente en perpendicular a ti. Y sin mirar atrás. Pero con unos recuerdos sonrientes. Todos los días no se ve a Don Diablo, y sólo verte y presentirte, ya me he sentido feliz de nuevo.
Encantada de haberte conocido. Todo el mundo no puede decir que ha tenido al Diablo entre sus piernas! Y no sólo eso. Todo el mundo no puede decir que ha estado en la cabeza y en el corazón de Don Diablo!
Y a todo el mundo, no posee el Diablo. Es selecto doncel. Refinado y diabólicamente inteligente.
Y me acuerdo de Bosé...
"te abraza, muy suavemente, 
te atrapa, en un pispás,
no tiene moral y es difícil de amarrar,
te gusta, y todo lo das"
Así es mi rubio escandaloso de ojos tan azules, como el mar y el cielo, de la ventana de mi vagón, donde también iba él, y donde estoy segura, pensaba en lo mismo que yo mientras se fugaba por la ventana.
Au revoir! Don Diablo!




lunes, 26 de octubre de 2015

Utopía






Todos tenemos un paraíso. El paraíso de mi amigo, es viajar a todos los rincones del mundo. El paraíso de otro amigo, es leer un libro fumando pipa, en un sillón, frente a la chimenea.


Mi paraíso es el cielo y el mar. Una playa desierta a la que naufragar. Ser rebozo humano en su arena y cosquilleo en su mar.
Y sueño con mi paraíso. Si es verdad que somos nosotros mismos los directores de nuestros sueños.. por qué no naufragar en mi isla?
Una utopía, mi alma de Robinson.
Una utopía, trepar por los árboles y colgarme de sus ramas-balancín.
Una utopía, ir descalza y desnuda.
Una utopía, no peinarme nunca más.
Una utopía, la luz dorada que ilumine mi rostro.
Una utopía, la sal resecando mi piel.
Una utopía, ver cada día, el anochecer. Anochecer en mi mar. Pero donde nunca oscurece del todo. Enciendo las ascuas, y las antorchas, y bailo y canto por la arena. No hay pensamientos, no hay conciencia. Mente parada.
Mi paraíso, no pensar.
Una utopía, es este despertar.

jueves, 22 de octubre de 2015

Un mundo que no encaja






Cuando nací, ya era la tercera. Mi madre parió sola. Fuí un bebé regordete, muy regordete.

Cuando mis padres llegaron de la clínica, conmigo en sus brazos, lo primero que hizo mi madre, fue dejarme en la cuna para ponerse a limpiar la casa. Y allí me quedé.
"No llora nunca, no se queja" decía mi madre. Y para qué iba a llorar, si ahogarme en mis lágrimas era el consuelo que se convirtió en costumbre.
Mis dos hermanos mayores se burlaban de mí por mi sexo. Eran otros tiempos. No me dejaban jugar con ellos al mecano, que era de niños, y el mayor entretenimiento, era estamparme pelotas en la cara. Cuanto más dura era la pelota, mayores eran las carcajada.

A mis 8 meses, mi madre se volvió a quedar preñada. Y ya no estuvo nunca más para mí.
Mi padre. No lo recuerdo apenas. Él trabajaba y trabajaba y trabajaba, y venía cuando todos estábamos dormidos. Era ambicioso. Y era pobre.

Mis años más tiernos. Sin un beso, sin un abrazo.


Y los años pasaron. Y la obediencia se transformó en pura rebeldía. Odiaba a mis padres. Odiaba a mis hermanos. Y me odiaba a mí misma.

Y en aquel tiempo conocí a alguien. Ese alguien mayor que yo. Tenía carácter. Era fuerte. Y me amó casi desde la primera vez que me vió. De repente, pasé de no ser nadie, a ser su mundo. Y yo me dejé.

No sé cuantas veces hice mis maletas para huir. Cuantas veces estuve sentada en un banco con la mochila en los pies, pensando en si me aceptarían o no en alguna casa okupa. Y cuantas veces, él me recogió de la calle, y me devolvió a mi casa.

Así crecí, sintiendome extraña, incomprendida, y rara.

Y escribia, oh dios si escribía. Las agendas las tatuaba con mi tinta hasta que no quedaba ni un sólo trozo en blanco que esculpir.

Él se convirtió en mi refugio. Y no fué legal. Poco a poco, me hizo a su manera. Y yo, poco a poco, me convertí en su creación. Con los años, fuí otra totalmente diferente. Ya no me maquillaba, ni usaba joyas, ni escotes, ni faldas muy cortas. Cuando él hablaba, yo no podía interrumpir. Cuando yo hablaba, me mandaba callar. Y me gritaba. Y daba igual si había gente delante o no. Y daba igual si estábamos en la playa. Y daba igual si lloraba. Y daba igual si me iba. Me perseguía hasta el fin del mundo y me mandaba a los gorilas de mis padres en su ayuda.

El día que entré en mi casa, con mi hija en brazos, una enorme tristeza me poseía. La dejé en el moisés, a mi lado, mientras comía algo. Y mientras comía algo lloré y lloré, mirando a esa pequeña criaturita que dormía y que no sabía que tenía que hacer con ella. Apenas cuidaba de mí. Cómo podía hacerme cargo de ese ser tan indefenso que sólo dejaba de llorar con mi pecho.

Él se sintió más seguro, yo más amarrada. Tenía un hijo suyo. Ya no sería capaz de escaparme más.

La anulación fue a más. No podía hacer con mi bebé lo que mi instinto me dictaba. No podía cogerla, no podía dormirla en brazos. Fueron meses muy duros. El día que decidí abandonarlo, pensé en que se lo diría durante el fin de semana. La regla no me bajó. Y ese mismo sábado, un predictor predestinó que iba a tener otro hijo. No podía dejarlo estando embarazada. Mi bebé tenía que nacer sano.

Y así nació mi segundo hijo.

8 meses después, me separaba con una niña de 3 años y un bebé. Él, sacó toda la artillería. Pensó que no tendría cojones.

Y los tuve.

Muy duro criar a mis dos hijos yo sola.
Entre risas y llantos.

Metamorfosis,
de pieza rota,
a puzzle que no encaja.

Orgullo y pena a la vez, de mi deshecho.

Y sólo doy con piezas rotas como la mía,
 y peores.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Posesión maligna, exorcismo







Siempre me he expresado mejor escribiendo que hablando. Cuando hablo, percibo señales constantemente que cambian mi forma genuina, y me bloquean. Expresarme siempre ha sido, a menudo, un bloqueo para mí. Me cuesta tomar la iniciativa, me cuesta ser rotunda.... siempre es todo tan relativo... y los pensamientos van, y vienen, y nunca estamos seguros de lo que pensamos hoy y de lo que podemos pensar mañana.


Y hoy, me he hecho una foto. Y he visto un cambio que no me ha gustado. Y como hablando no me sale, voy a intentar describirlo desde el silencio de mi pantalla de ordenador.

Una simple foto, de cara, desde arriba, sencilla, en mi casa. Y una mirada. Que no me había dado cuenta que tenía.

Mis ojos, siempre me han gustado. Me he esforzado en mantenerlos inocentes y puros. No habían maldades. Eran brillantes y honestos, y sensibles y felices, y delicados y tiernos. Inocentes... cómo me gusta esta palabra.

Y en la foto, no son así. Son tristes, y más que nunca. Y tienen otro brillo. Otro aire. De odio. De malicia. De culpable. Y de miedo y de muchos demonios dentro.

Me estoy convirtiendo. Esta metamorfosis me lleva al lado oscuro. Lo siento. Se me cuela por dentro. Ya está en mi interior. Y por fuera, lloro por si le da por salir con mi agua. Y miro, por si le da por salir con imágenes. Y canto, por si le da por salir con canciones.

Pero me ha poseído. Mi espejo del alma, me muestra negra y oscura.

Y después de este descubrimiento no sé muy bien que es lo que tengo que hacer. No sé si puedo hacer algo!
La vida.. el destino.. sólo son un cúmulo de circustancias que se unen y nos hacen ser como somos.
Somos los trocitos de todas nuestras propias experiencias tatuadas en el alma. Un alma, que puede ser blanca, o negra. Malas experiencias, malas elecciones, malas suertes... todo se calcina, y si un día eras pura, al siguiente eres negra. Y eres miedo. Y eres odio. Y eres amarga. Y hieres.. y también mueres.

Oscuro mi corazón, y oscura mi alma. Y oscuro es el reflejo, que asoma en mi mirada.

Exorcista, cuando vengas, te espero en la cama. No te asustes si te escupo veneno. No tengas miedo si me subo por las paredes hasta el techo. Sólo quiero que me mires fijamente, y que no apartes la mirada.  Quiero que te acerques con tu bandera. Quiero que cuando mi demonio luche por úlitma vez dentro de mi cuerpo, me beses y lo saques con tu aliento. Y luego quiero que me tumbes y me peines. Que me beses los párpados y te sientes en mi cama, a mi lado.
Y entonces, dame tu mano. Inyéctame tu alma, hasta el fondo de mí.
Y con un susurro, podré revivir.


martes, 13 de octubre de 2015

Martes y trece






Mala suerte es que llueva cuando sales de la peluquería.

Mala suerte, es ir a la biblioteca por la mañana justo el día en que cierra.
Mala suerte, es prepararte la comida a las tantas de la noche para el día siguiente,
y que luego tengas que quedarte en el trabajo a comer cualquier porquería.

Mala suerte es conocerte,
mala suerte fue responder a tu mensaje,
mala suerte fue verte,
y mala suerte es amarte.

Infortunio de mi camino.

Mala suerte fue no quererme antes.
Mala suerte fue no respetarme.
Mala suerte fue no haberte dejado atrás.
Mala suerte, no echarte a la primera.
Mala suerte, aceptar tu harén.
Mala suerte, que fueras tan perfecto.
Mala suerte, que me poseyeras.

Y si a toda esta mala suerte, le añadimos un poco de melancolía y una pizca de desamor, a la catástrofe que surge le puedo poner un poco de pimienta para que piquen los ojos y se irriten mis fosas nasales.
El virus de la desesperación va reproduciendose y unas manos, que no sé de dónde han salido, aprietan mi estómago.
No serán tus manos verdad?
Mala suerte sería.
 Y escupo toda la rabia de mocos, y sueno toda la verdad en el pañuelo. Y toso todas las caladas de tus escasos besos. Y vomito todo el alma, una vez más, en todo y de todas las maneras posibles que puedo o se me ocurren.

Mala suerte, contagiarse.
Mala suerte, que te reproducieras.
Mala suerte, que fueras tóxico.
Mala suerte, que también tengas mala suerte.
Y mala suerte, de este suicidio compartido.

Es fácil matar, lo que hay que tener es cojones, y afrontar el camino. Con espinas o rosas, con buena suerte o mala suerte,
contigo....
o creeme,
que cojones me bastan,
para que también sea sin ti.



domingo, 11 de octubre de 2015

O tú, o yo



Imagenes vienen y van,
de tus ojos negros,
de tus abrazos,
y de tus silencios.

Y yo, que ahora me siento tan bien,
ahora que todo el mundo me dice,
que estoy tan guapa.
Ahora que ya no fumo,
que estoy segura,
ahora, ahora no vuelves.

Y yo también me quiero marchar,
y yo también quiero alzar mi vuelo,
y sentir la brisa fresca en mi cara,
y tocar por una vez por todas el cielo.

Aún tengo noches, en que aún te quiero.
Y no deberían existir,
tampoco me distes tanto.
Pero hay cosas que no son racionales,
y yo no me enamoré de una comedura de oreja.
Me enamoré de ti, 
de tus ojos y de tu pelo,
y de tus arrugas,
de una manera tan pura... que duele pensarlo.

O tú o yo,
Me cargo tu cabeza,
y me mato yo.
Romeo deja de hacerte daño,
que Julieta ya está preparada.
Al final a esta pócima de rescate,
le faltó tu remedio.

Y aún así, aún depués de todo, 
y sin embargo,
te quiero.
Y me voy a odiar toda mi vida por esto.