domingo, 1 de noviembre de 2015

Llorar... sólo de placer






Falta poco para que tome una decisión importante.

Debo ser fiel a mis creencias, 
y fiel a mí,
para no errar.

Tememos a lo nuevo.
Por qué.
Sin arriesgar,
uno no sabe nunca,
si puede ganar.
Y perder perdemos!
sin apostar.

Tengo luz dentro,
pero sólo con una mala brisa,
se puede apagar.
Me sé sus defectos 
me sé sus virtudes.
Y la quiero con toda el alma.
Y brilla dentro de mí.
Y si tengo que protegerla,
pues la protejo.
Y si tengo que romper con todo,
pues rompo.
Y si tengo que renacer,
pues renazco.

Pero... es eso lo que quiero? 
renacer?

A priori, da un poco de miedo.
Miedo a volver a los insomnios,
miedo a volver a las pesadillas,
miedo a otra vez, 
sentirme usada.

Nunca más, 
faro de ciego.

Por lo tanto,
si no quiero ser
sólo una víctima más...
la decisión es la correcta.

Aún siento celos,
y no soy celosa.
Qué dolor el de esta humillación.

Lo que más ha dolido,
no ha sido no ver sus ojos,
ni apoyarme en su pecho nunca más,
ni hablarle sin que él pensara en nada,
ni que no me quisiera.

Lo que más ha dolido,
como siempre,
ha sido la mentira.
La falta de franqueza,
el miedo a decir la verdad.
Este juego con mi alma.

Con todo lo que me ha tocado vivir,
con todo lo que he pasado.
No se le caerá la cara de vergüenza?

Y una vez más, 
me toca esto de decir,
que ésta no es mi guerra.

Mi mejor amigo,
me solía enseñar:
quien te quiere, 
no te hará llorar.

Así que brindo por este nacimiento.
Y prometo, 
que si algún día vuelvo a llorar,
será de placer mientras me follan.

Amén.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario