jueves, 12 de noviembre de 2015

Sólo en los tuyos



Todo lo que he hecho,
lo he hecho por mi bien.
Por qué 
es doloroso.

Hay lunas negras,
que duelen.
Y es que nada es para siempre,
ni siquiera esto.

Miro al callejón.
Los muros son altos
y no puedo trepar.
Me he roto una y otra vez las uñas,
intentando escapar.

Retroceder,
no puedo,
ya soy diferente.

Y sin llegar a estrellarme,
siento un golpe seco.
La gravedad,
empuja mi cabeza contra el suelo.
Y en el silencio sórdido, 
saboreo mis lágrimas,
y mi sangre.
Como cuando recibí aquella paliza.

Y me gustaría perder la conciencia,
y me gustaría dejar de existir.

Y despertarme en unos brazos,
en los tuyos,
y acurrucarme en un cuerpo,
en el tuyo,
y poder ser frágil,
en tu envoltura.

Muchos años siendo fuerte,
crean necesidad de cariño.

O quizás no.
Porque ya no me vale cualquiera.
En lo brazos de cualquiera, 
no.

En los tuyos,
siempre en los tuyos.



 

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