jueves, 14 de mayo de 2015

Una de Flores





Una mujer,
y mujer tenía que ser.

Pura valentía,
puro coraje,
pura fuerza...
estado puro permanente.

Es muy bella,
piel azabache.
Su pelo,
es incomparable,
grandes rizos...

Toda ella,
es arte.

Un año que nos conocemos,
recuerdo,
la primera vez que la ví.
Un gran palo le habían dado,
no veía,
que era su porvenir.

Desenpolvó su vida,
y empolvó su nariz.
Cogió su vida por montera,
la bebimos en todas las noches,
y en todos los días,
que nos quisimos morir.

Qué mejor arropo que su fuerza.
Qué mejor pañuelo que su risa.
Cada sábado me enjuagaba,
y me daba un empujón,
hacia fuera.
 
Directa,
sin pelos en la lengua.
Dispara al epicentro,
hace temblar, 
todos los estamentos.

Y la quieren de presidenta,..
orgullosa me siento yo.
Es mujer y es valiente,
es...
poderosa voz.

A veces,
a las dos juntas,
nos da por soñar,
cómo serán nuestros príncipes,
los que nos vendrán a rescatar.
Decimos que vendrán de la mano,
al final del verano,
montados en su caballo blanco,
valientes y armados.

Y nos imaginamos,
los cuatro juntos,
en alguna mariscada,
si tenemos fortuna,
pagarán todas las gambas.

Lola se llama,
Dolores, que deja atrás,
bruji de sobrenombre,
una Flores,
en la anonimidad.


 
 

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