Mirando al mar,
algo me ha golpeado.
Giro y descubro,
la vida de una escoba.
Me levanto en seguida!
Qué será esta brujería?
Me invita a volar!
Y como yo soy atrevida...
agarro bien el mango,
y tomo velocidad.
Voy cogiendo altura,
qué pequeño queda mi mar!
Desacelero un poco,
me encanta observar,
a vista de pájaro,
este pacífico hogar.
Esta escoba trae poderes,
me da por estar,
risueña y traviesa,
y con ganas de maldad.
Este sitio es muy tranquilo,
lo voy a dejar marchar,
levanto fuertes olas,
y salgo a la ciudad.
Hola de nuevo edificios!
que el gris os trague al despertar!
Con mi escoba rompo ventanas,
una lluvia de cristal!
entro en mi antigua casa,
qué cambios habrá.
Un gran piano,
en la sala,
en la mitad.
Clavo mi lanza escoba,
saltan las teclas
y parto las cuerdas.
Mi corazón cada vez más agitado,
con el grito desesperado,
de notas estridentes,
que escupe,
al ser degollado.
Y entre tanta estridencia,
se obnubila mi cabeza,
escoba sácame...
llévame a las afueras.
Por fin,
otra vez el silencio.
Nado por la luna,
las estrellas me recuerdan...
tú no eres una bruja.
Escobita llevame a mi mar,
que bajaré las olas,
me da miedo que una noche,
montada en esta escoba,
mate a mi sombra,
y tenga que volar sola.
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