Ondas que vamos caminando,
no sabemos nuestro punto exacto,
de un mar para otro,
el escenario cambia,
en todos y cada uno de los instantes,
en los que con fuerza,
voy ondeando,
esta bandera.
Sólo somos conscientes de nuestro punto exacto
cuando paramos,
y observamos.
Cuando no veo,
tengo un puñado de posibilidades,
sólo soy una probabilidad,
estar aquí o allá,
un contínuo movimiento.
Cuando abro los ojos y miro,
soy roca que no ruedo.
Delimitada y medida.
no navego en este cielo.
Me convierto en testigo,
y cambio esta realidad,
sin querer quererlo,
Mi barca echa el ancla,
miro y centro,
Sé cómo empieza.
Cómo acaba...
todavía es un misterio.
Pero se puede vivir cómo un ciego?
Navegar en mil aguas.
Sentir miedo a detenr mi velero,
miedo a que el viento,
no sople lo suficiente,
y detenga,
el vuelo,
o a que cure!
a este ciego.
Pero nadie puede estar,
por mucho tiempo,
quieto.
La incetidumbre,
siempre acecha.
Ser o no ser en este momento.
Ser roca o aire,
sólo depende...
de mi pestañeo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario