martes, 6 de octubre de 2015

Del cielo al infierno, sólo hay un paso






Qué por qué no escribo en prosa,

que por qué me salen versos.

Pues porque me gusta.
Porque les cojo el ritmo,
porque les doy latidos,
y porque me suenan a música.

Un millón de versos que te dedicaría,
un montón de ritmos nuevos,
que te regalaría,
dejarte tocar esta luna,
poseer la luz que todo lo cura,
beber mi pócima arreglalotodo,
y sanar ese corazón que está oscuro,
más que roto.

Mar y cielo como remedio de rescate,
entero te lo daría,
lamería cada herida,
y arañaría cada vez que me dejaras,
tu espalda y tu cuello.
Cariño, 
me he dejado las uñas largas.
Y están afiladas.

Si quieres que te odie,
ven,
que te declaro la guerra mundial.
No va a ser fácil ganarme,
no va a ser rápido,
y no te va a gustar.
Yo,
no soy tu princesa.

Así que deja ya esa máscara,
que has roto más de un plato,
que ya nos vamos conciendo,
y de santos,
tenemos poco.

Si quieres infierno,
seré diablesa.
Te quemaré por dentro,
y no tendré piedad,
de tus ojos suplicantes,
llameando y sufriendo.
Arde pues, 
que me lo estás pidiendo.
 
Y cariño,
a mi tampoco me gustan las cosas fáciles,

y me quedo, 
aunque te joda.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario