El tren de mi vida

La vida va cambiando permanentemente. La gente viene,va, y uno nunca está seguro de lo que está dejando ir, o de si es lo adecuado lo que está recibiendo. He perdido a mi mejor amiga. Ya hacía tiempo que la notaba distante. Hasta este fin de semana no me he dado cuenta de cuan grande es la pérdida. Y es total. Aquello que una vez unió, ya no existe. Y se ha ido. Pienso en ella. En mí. En nosotras. Lo recuerdo todo. Recuerdo aquella cita a 4. No sabía en aquel momento, que en aquella mesa, me sentaba junto a 3 personas que serían tan importantes en esta parte de mi vida. No lo sabía, no. Ni tenía la pajolera idea de que esa mesa, esa noche, creó magia, y me envolvió. A uno, ya lo perdí. Ahora te pierdo a ti, rosarillo. Me siento con la misma impotencia de no poder hacer nada. No puedo obligar a la gente que me quiera. Si quieren irse, debo dejar que se vayan. Y asumirlo. Os he querido mucho a los dos, pero supongo que las cosas se acaban. Y este tren ha hecho una parada. Y alguna gente aprovecha, y se baja. Como siempre.. mi amor no se va tan rápido. Qué duro es sentir, así, como lo hago.

De esa mesa, sólo me queda uno, y últimamente está muy raro. Me dice cosas. Dice que le gustaría decirme cosas. Me dice cosas bonitas. Y enseguida se desdice y me asegura que tiene orgullo y que lo perdí. Yo a todo esto, no digo ni pío. Me quedo a cuadros y no sé que hacer. Las emociones le pueden. Creo que le puedo. Y que me quiere mucho. Como yo a él. Pero no de la manera que le gustaría. Hoy, que veo las cosas más bien en negro, pienso en cuánto tiempo tardará en bajarse de este tren. Cuánto.

Ayer David me abrazo y me dio besos. Los sentí tanto que me reconfortaron al momento. Y sus efectos aún me duran hoy. Me besó de corazón. Y eso no se engaña, se siente. Gracias por abrigarme.

Ahora tengo una guitarra. El miércoles voy a mi primera clase. Espero que sea más fácil que el piano. Ya tengo entretenimiento. La música me apasiona y quiero sacarla de dentro. Eso es lo que debo hacer, centrarme en el ahora. Ilusionarme, sentir, dar, recibir, y dejar estar lo que no puede ser. Y la felicidad volverá sola. He vivido mucho. Debo estar satisfecha.