martes, 3 de enero de 2017

Como Mery en Algo pasa con Mery



Ésa noche fue muy rara. Días atrás, le conté a David nuestra historia. No entendia mi depresión, mi alejamiento, mi no querer ir... se enfadaba, no comprendía, me acusaba de egoísta. La noche de antes del viaje le conté todo. Entendió. En un último intento por convencerme de que fuera con ellos de viaje, me dijo que tenía que empezar a afrontar las cosas, y que con dos cojones hiciera la maleta y me plantara en el aeropuerto. Que Iván... acabaría por entenderlo y que era lo que había y que no había hecho nada malo y blablabla blablabla blablabla...

El caso es que me hizo reflexionar. Y pensé que tenía razón. Me levanté temprano y dejé la maleta hecha. Cuando vovlí del trabajo, me duché y fui hacia el aeropuerto. Allí estaban los tres. Se alegraron de verme, mucho. Antes de entrar a la terminal quise decir unas palabras "no quiero preguntas ni reproches, aquí estoy. Este no era el viaje de nuestra vida? pues vamos, que va a serlo" y tras estas palabras entramos los cuatro al aeropuerto.

Llegamos bien. Cogimos el coche de alquiler, fuimos al hotel y decidimos ir a una pizzeria que estaba batante cerca a cenar. No la encontrabamos y nos metimos con el coche en las aceras. Salí a la calle a buscar el restaurante, sin darme cuenta que eran las tantas, que no pasaba ni dios por allí, y que era guiri. Buscando y buscando apareció un hombre encapuchado. Nada más verlo me di media vuelta y empecé a correr. Justo cuando iba a doblar la esquina, allí estaba David en mi búsqueda. Fui una inconsciente. Pero que alegría me dio al verlo, jajaja. Así que salimos los dos corriendo.

El día siguiente estuvo bien. Hicimos un millón de fotos, vimos cosas preciosas, y disfrutamos de nuestras compañías. A la noche se complicó. Llegamos tarde de Amsterdam, fumados David y yo. No encontramos sitios para cenar. Iván estuvo todo el día tonteando con Miriam, y parecía que ella no lo rechazaba. Me dí cuenta. Hubo un momento que nos quedamos los tres solos en la habitación y hasta me sentí incómoda y me metí en el lavabo para dejarlos solos a ver si surgía algo más. Se lo dije a David por whatsapp. Me propuso dejarlos solos. Se lo dije también a Iván por whatsapp. Se rió. Dí por hecho que había atracción.
Destapamos la primera botella de vino. Puse música. Bailamos un pasodoble Iván y yo, y Miriam y David por otro lado. Iván me dijo que no quería liarse con Miriam. Yo me enfadé y empezamos a discutir al ritmo del baile. Aún hoy estoy convencida de que esa noche no hizo nada porque estaba yo. Y él, venga negarlo. Y yo, que si no soy tonta y que pongo la mano en el fuego de que lo habría hecho. Y él que no, cabezota. David hablaba con Miriam. Le contaba que se dejara llevar, que la vida había que vivirla... Ella estaba un poco desesperada, pobreta. Le dio dos condones.
Acabó el baile, sonó la cuenta atrás y empezamos un nuevo año! destapamos una botella de cava y nos fumamos un porro. David me insistía en dejarlos solos. Iván que no. Mi whatsapp era un hervidero. Y estabamos los cuatro juntos en la misma habitación.
Fui al lavabo. Iván iba bastante perjudicado. No estaba acostumbrado a fumar, y a la mezcla con el alcohol. Escuché a David hablar con Iván. Le decía que durmiera allí. Iván que no. David que si, que si era que no, era que no y que lo dejara a él. Iván que no. David al final tuvo que decirle que esta noche era muy importante para él. Empecé a alucinar en el lavabo. Salí, y propuse dormir los 4 juntos y me tumbé en un lado. David automáticamente se puso al mío. Iván se quedó sentado en una silla mirando la escena. Le dije a David que me daba pena y que parara. Fue a por otra botella de vino. Me mandó otro whats de que saliera con él a su habitación. Le dije que Iván no quería liarse con Miriam y que no podía hacerle eso. Volvió con el vino. Se lo bebió casi entero Iván. David le volvió a insistir y me decía que nos fueramos. A todo esto, Miriam no se enteraba de nada y estaba dando saltos en la cama. Era de locos. Hubo un momento en que Iván ya no pudo más. Se me rompió el alma de verlo. Aún al recordarlo, me duele. No se merecía esto. Quiso levantarse para irse a su habitación y casi no podía. Lo cogí del brazo y dije que lo acompañaba. David dijo que no me fuera. Y yo que sí. Se ofreció a llevarlo él y no le dejé. "Ya lo subo yo que le tengo más confianza" le dije.
Lo subí como pude. Entramos en la habitación. Miré la cara de borracho de Iván, y le dije que era imposible que tuviera amigos. Tarde o temprano, todos me querían follar. No dijo nada. Lo acompañé a la cama y lo desnudé. Recibí otro whats. David me decía que lo dejara, que lo tenía que entender. No respondí, y me mandó otro whats, me pedía que no hiciera nada que no quisiera. Le dije "ya".
Al poco, se levantó Iván corriendo a vomitar. Lo acompañé. Le cogí la frente mientras vomitaba. Le di papel para que se limpiara y lo llevé de vuelta a la cama. Al rato otra vez se levantó. Y yo detrás.
Lo volví a acostar. Lo arropé y le di la mano. A todo esto, yo también iba bastante perjudicada y me quedé dormida. Por lo visto se levantó una vez más y no me enteré.
Por la mañana nos abrazamos, nos besamos, me masturbó, y dejé que me follara.
Cuando acabamos, mandé un whats a David porque quería bajar a mi habitación. Me contestó en 1 segundo. Creo que no durmió.
Al coger el avión de vuelta, David quería sentarse a mi lado. Se quedó atrás haciendo unas fotos e Iván se le adelantó. Se sentó detrás nuestro David. Cuando despegó el avión, Iván y yo nos cogimos de la mano. David se asomó y nos dijo, qué, de la mano? dirigiendose a Iván como perdonandole la vida porque había sido más listo que él.

Fue una noche muy rara. Ahora somos super amigos los tres... y no entiendo nada. Y el caso es que en vez de subirme la autoestima me siento mal porque pienso que se hacen mis amigos para obtener mis favores. Pienso en si realmente les gusto como persona. Pienso si soy algo más que algo follable. Que por supuesto que lo soy, por no sé si los hombres pueden verme más allá de eso.
Quizás un hombre y una mujer no puedan ser amigos. Me siento como Mery en algo pasa con Mery.

En fin, que se apañen entre ellos. Yo no pienso hacer nada. Si tiene que venir alguno, que venga. Y si no, estoy aquí tan agustito.

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