Día 3

Pongo día 3 por poner algo, porque en realidad para mí es como si hubiera pasado un siglo. Batería agotada ya es poco, estoy fuera completamente.
Si tuviera que calificar con un sentimiento el día de hoy, sería la rabia. Rabia hacia los machitos orgullosos y capullos, y rabia hacia los ignorantes que lo critican todo. De lo primero, no hay más solución que dejar que corra el aire, y nunca mejor dicho. De lo segundo, por cada crítica negativa que escuche, lea o me digan, pienso hacer dos de positivas para contrarrestar la falta de sensibilidad y la ceguera de algunos hombres buenos.
Me dan ganas de dar otro golpe de estado. Me dan ganas de pegar un puñetazo en la mesa y acallarlo todo. Me dan ganas de tirar mi vida otra vez a la basura y empezar de nuevo. He renacido ya varias veces. No sé si es la solución adecuada. No sé si funciona. Tarde o temprano se empantana todo y acabo de barro hasta las orejas.
No me apetece estar con nadie. No me apetece aguantar a amigos. No me apetece socializar para nada. Me apetece meterme en mi guarida. Me apetece salir o entrar cuando me dé la gana y cómo me dé la gana. Ni sé si es que cada vez soy mas independiente, o huraña o antisocial o qué. El caso es que no me apetece intercambiar nada con nadie. No tengo esa necesidad. Ya no. Estoy bien como estoy.
Hoy es el tercer día, y ya no me pregunto si he resucitado o si el cielo se ha olvidado de mí.
Hoy es el tercer día, y ya no me pregunto si vuelves o qué, o si me buscas o no.

Realmente esta noche me la suda todo.