Lo que el viento se lleva

Una de cal y una de arena. Acabo de llegar del ayuntamiento de solicitar las ayudas, y me ha dado vergüenza. No sé por qué. La emoción me ha cogido por sorpresa, por la espalda, y de imprevisto. Me han tramitado el carnet de familia
monoparental, y por lo visto, vamos a tener un montón de descuentos.

Pero estoy triste. Es la primera vez que voy a pedir este tipo de ayudas. Y no puedo evitar acordarme del hijo de p de mi ex, feliz y ajeno a todos estos problemas. Gracias a dios, soy europea. Al otro lado del mar me habría repudiado a mí y a los niños y ves a saber lo que hubiera sido de nosotros.

La abogada jurídica de mujeres del ayuntamiento dice que vamos a hacer todo lo que podamos. Y me sigue dando vergüenza que me ayude. Tengo que coger el orgullo, masticarlo bien fuerte, hacer una pelota bien gorda y tragármela enterita. Por mis hijos lo que sea.

Para evadirme un poco, pienso que mi vida es como un videojuego. Soy un superguerrero que voy luchando y pasando de niveles. Y hoy, en que el día es negro, imagino que ya sólo me queda enfrentarme al malo malísimo del final para ganar la partida. El último gran esfuerzo y la bandera de mi pequeña familia ondeará con fuerza en esta casa.

Realmente me viene muy bien escribir como terapia. También sueño con reírme de todo esto algún día. Cuando sea viejecita. Y contar las batallitas a mis nietos.

Quiero pensar, que si pasan muchas cosas malas, es porque algo buenísimo está por suceder. Y sé que no es así, pero necesito creerlo. Me mantiene.

No queda otra que enjuagar a este saco de lágrimas, mirar al frente y caminar. Y gritar al viento, para que se lo lleve, que juro por dios que nunca más volveré a pasar hambre.

Día 7

Y no tengas miedo si todos los días no son de color de rosa. Pues existe la variedad del arcoiris, y así es la vida, con su paleta de colores sobre nuestras cabezas. Vendrán, pasarán, volverán a venir y se irán. No te asustes sólo por eso. Pues lo inmovil y lo imperpetrable, siempre, siempre y siempre. estará dentro de ti y te acompañará hasta el resto de tus días.

Día 6, quien me entienda que me compre.

La solución está en ti. Y cuándo llega el día en que decido que lo soluciono? Me paso los días, las semanas, los meses! esperando a que pase el tiempo, convenciéndome de que el tiempo lo cura todo. Y cuándo decido solucionarlo? Pienso en mí, en  mi vida. Es normal que esté así, joder. Cualquier persona en mi situación, que hubiera pasado por mi vida, estaría igual que yo. Yo, no soy especial. Y ni más ni menos que cualquiera. Y lo hecho, hecho está. Y a lo hecho, pecho. Y no me arrepiento. Y es lo que hay. Y ya está. Y lo saco fuera. Y lo olvido, pues ya no tienen cabida en mi vida todas esas situaciones negativas.
Pienso en mí, en mi ahora. Me vuelvo a sentir enjaulada. Enjaulada por el trabajo, por la sociedad. Ahogada en responsabilidades. El escenario ha cambiado, pero la sensación no cambia.
Por qué.
Me irían de p madre unas vacaciones, si es que de verdad las supiera disfrutar. Aún necesito huir. Aún tengo la voz en mi cabeza susurrándome huye. Y el caso es que ¡no me da la gana de huir más! y no, no, no lo voy a hacer! O soluciono esto esta noche o... o... o creo que voy a tener que ir al psiquiatra.
Dios mío ilumíname un poco. Si no lo haces por mí, hazlo por mis hijos, te lo ruego.

Acaso os tengo que arrancar a los dos de mis entrañas? Acaso no puedo sanar ésto si no lo saco de raíz? Acaso me toca cortar sin mirar? sanarlo todo? Acaso me tiene que venir la regla? Acaso se me ha ido la olla, ya, del todo, por fin? Acaso es todo tan absurdo como parece? Acaso necesito dos guantas bien dadas y ya está? Y quién leches me da a mí la guantá.... pues yo... "la solución está en ti". Me cago en mí, en todos mis putos prejuicios, en todos mis miedos, en la ansiedad, en la depresión, en la regla y en toda la puta sociedad juntos! ea, ya me he quedao más tranquila? pues la verdad es que no.

El amor me calma. Pues me cago también en el amor! en los sentimientos! en los cegatos! y en las putas mariposas del estómago! ea, ya me he quedao más tranquila? pues tampoco.

"el mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos" ea, pues me cago en casablanca, en el puto París de los cojones y en toda la mierda de enamorados del planeta. Ea, ya me he quedao más tranquila? oye, pues ahora sí que noto cierto alivio.

Vale, pues fase uno cumplida. He sacado todo lo negativo y me he cagao en todo el mundo. Ahora qué toca... a ver... "la solución está en ti"... me viene a la cabeza pensar en mí, otra vez. Aún respiro. Mi forma física está mejorando considerablemente y esto me hace sentir más ágil y mejor. Pero sigo teniendo mucha carga. Y no me la puedo quitar. No sé si la solución está en mí o en que me toque un euromillón, francamente. Relaja... inspira expira. De todo se sale niña. Recuerda que quien ríe el último ríe mejor. Y sí, la solución está en mí. En darme la oportunidad de ser feliz y soltar al mundo de sobre mis hombros. Debo trabajar, pero no debo convertirlo en un suplicio. Me gusta mi trabajo. En cuanto puedo, ayudo a la gente, y siempre intento sacarles sonrisas. No debo olvidarlo. Y mis hijos son pequeños y los adoro. Cuando sean grandes los echaré de menos seguro! Disfruta de los momentos con ellos leches. Y algo fundamental, adiós móbil. Se acabó. Me apetece vivir sin él. Y si no pueden localizarme pues mala suerte. Que me manden un mail.

Pues sí, la solución está en ti,
y llega el día en que todo se soluciona.

Aunque sea porque me haya bajado la puta regla.

Día 5

No paro ni un minuto. A veces pienso que es el cansancio lo que me produce esta montaña rusa. Cuando estoy más descansada parezco otra, me cambia el humor. No quiero tener estos altibajos.
He vivido varios amores. Algunos han sido muy grandes. Otros más pequeños. Pero todos los he vivido con gran intensidad. No puedo quejarme de nada. Lo he hecho todo. Me encuentro en una época de mi vida en la que creo que mi necesidad se vuelca en algo más sosegado. Un amor no tan grande, pero sí más calmado. Las grandes pasiones se acaban. Y yo necesito estabilidad. Alguna tierra donde poder anclar este globo aerostático. Y alguna escalera para bajar.

Día 4, 4 años

Quiero volver a estudiar. Me apetece mucho. Es tan gratificante para mí aprender cosas nuevas... Pero en la incertidumbre con la que vivo, no puedo hacerlo. Me da por pensar que cuando tenga mi negocio voy a tener más tiempo. Y sé por experiencia que es justo lo contrario. Además, están mis hijos. Pero sé, que aún soportando toda esta carga, sé que puedo hacerlo. Quiero hacer medicina, y superar el miedo a pinchar... sé que puedo. Y quiero hacer física, y explorar.... sé que puedo. Luego me gustaría acabar derecho, empezar psicología y disfrutar de una madurez con historia.
Qué pena no ser rica.
Me voy a dar un plazo. Me voy a dar 4 años para empezar medicina. En esa época mis hijos serán más mayores y podremos estudiar juntos. Mi negocio quizás lleve un par de años rulando y quizás pueda ausentarme por las mañanas. Por las tardes los niños se vendrán conmigo al trabajo. Me gustaría hacerme una minicasa. La rebotica quiero que sea un pequeño salón con sofá cama, televisión, mesa camilla redonda, un microondas y una pequeña cocinita si puede ser. Todo junto. Así podría criar a mis hijos mientras trabajo. Respecto al estudio, seguro que en medicina me convalidan unas cuantas asignaturas. El problema puede venir porque soy muy perfeccionista y siempre tengo que ser la mejor. No me conformo con un 5 raspado. O aprendo a ser menos exigente, o cojo menos asignaturas.

Qué bien se me da hacer castillos en el aire. Voy a recordar esta meta. El plazo son 4 años. Que no lo olvide.

Día 3

Pongo día 3 por poner algo, porque en realidad para mí es como si hubiera pasado un siglo. Batería agotada ya es poco, estoy fuera completamente.
Si tuviera que calificar con un sentimiento el día de hoy, sería la rabia. Rabia hacia los machitos orgullosos y capullos, y rabia hacia los ignorantes que lo critican todo. De lo primero, no hay más solución que dejar que corra el aire, y nunca mejor dicho. De lo segundo, por cada crítica negativa que escuche, lea o me digan, pienso hacer dos de positivas para contrarrestar la falta de sensibilidad y la ceguera de algunos hombres buenos.
Me dan ganas de dar otro golpe de estado. Me dan ganas de pegar un puñetazo en la mesa y acallarlo todo. Me dan ganas de tirar mi vida otra vez a la basura y empezar de nuevo. He renacido ya varias veces. No sé si es la solución adecuada. No sé si funciona. Tarde o temprano se empantana todo y acabo de barro hasta las orejas.
No me apetece estar con nadie. No me apetece aguantar a amigos. No me apetece socializar para nada. Me apetece meterme en mi guarida. Me apetece salir o entrar cuando me dé la gana y cómo me dé la gana. Ni sé si es que cada vez soy mas independiente, o huraña o antisocial o qué. El caso es que no me apetece intercambiar nada con nadie. No tengo esa necesidad. Ya no. Estoy bien como estoy.
Hoy es el tercer día, y ya no me pregunto si he resucitado o si el cielo se ha olvidado de mí.
Hoy es el tercer día, y ya no me pregunto si vuelves o qué, o si me buscas o no.

Realmente esta noche me la suda todo.

Día 2

Ya estoy más recuperada. He empezado con el magnesio, las vitaminas y con beber mucha agua. Hoy no he saldio muy cansada del gym. En breve voy a tener que cambiar la rutina.
Esta noche he llegado a mi casa y ahí estaban mis dos preciosidades esperándome. Como los puedo querer tanto. Mientras hacía la cena, he corrido la cortina de la ventana. El cielo estaba lleno de nubes y de color rojido. Habría salido una buena foto. Miraba buscando algo que sentía. Miraba hacia tu vida.

Tengo miedo a otro posible destrozo. Pienso en que si segundas partes son buenas.
Una vez, alguien me dijo que abriera los ojos. Aseguró que no me querías y que el romance lo estaba montando yo solita en mi cabeza. Me preguntó si te preocupabas por si había cenado, o si me habías escrito algún poema, o si te habías peleado con otro mosquetero por mí. La respuesta fue clara y contundente. Mi cabeza estaba montando lo que yo quería creer, y no la realidad.
Tengo miedo a otro destrozo.

Día 1

Qué bonicos están dormiditos en sus camas. Cojo el portátil, me siento en mi cama, y desde aquí los escucho como roncan.Y esto me produce calma. Los días en que no están, lo que más más más echo de menos es escuchar sus ronquidos por la noche y saber que así todo está bien.
Si mi madre viera lo poco que duermo, el malestar que tengo por dentro... ella no estaría bien seguro. No queda otra que escondérselo.
El día, como casi siempre, ha sido durillo. Hoy no he salido a correr ni al gym porque esta mañana me he mareado en el trabajo. Qué mala suerte ser farmacéutica, he salido con un pinchazo en el dedo para controlar el azúcar, un test de orina para ver si tenía cetona, la tensión tomada y un pequeño masaje de mi jefa en el cuello que según ella lo tengo tenso y fatal de correr. Mi jefa es buena persona. Es casi como yo. Me sorprendo muchos días, en los que hablando, me doy cuenta de todas las cosas en que nos parecemos.
Últimamente como poco. Y hago bastante deporte. Moraleja.. creo que me falta magnesio, potasio, hierro y un montón de sales minerales que las expulso con el sudor y no las repongo luego. Nunca he sido una gran deportista. Toca pagar la novatada e ir aprendiendo como cuidar un cuerpo que hace deporte.
Se me cierran los ojos. Tengo ganas de soñar. Quiero soñar que vienes y vienes como a mí me gusta. Quiero fantasear con ser una dama y tú un caballero. Soñaré que me abrazas y me acurrucas y me acaricias el pelo. Soñaré que me duermo en tu pecho.

Cuidándome, cuidándote

Tiene la capacidad de sanarme. Desde que lo conocí. Simpre tiene la palabra adecuada, el suspiro que necesito, la mano que descarga mi espalda. Él, no es pared blanca. Es letras y grafías que chocan con las mías, a sabiendas que va a salir vencido en este choque de reyes.

Él es mi mejor amigo,
él es la mano que mece la cuna,
él es el oasis en un desierto,
él es mi libro y mi diccionario,
mi forma de entender este tiempo,
él es el alegre de los dos.

El que me traería una pastilla para el dolor de cabeza estando a kilómetros de distancia. El que los andaría descalzo si hiciera falta, para verme. El que me protegió mientras lloraba desconsolada en el sofá hasta que me quedé dormida, o el que me protegía cuando me quedé tirada en el suelo y borracha.
Hace de salvavidas. Y me da rabia y me siento superimpotente cuando me doy cuenta de que yo no puedo salvar su vida. Quizás él tampoco pueda salvar la mía. Pero aún así nos queremos y nos respetamos, y sé, que cuando alguno de los dos no pueda más, por siempre estará el otro tirando.











La pared es blanca si no se pinta.
La pintura puede ser traicionera
y la pared puede escupirla

No quería saber la verdad

Esta es la verdad. La verdad que siempre has sabido. La que tanto miedo te daba preguntar, la que no querías que te dijeran, la que no querías escuchar.

Esta es la verdad, y has dejado que duela durante mucho tiempo.

Abre los ojos.

Hey Lázaro,
levántate y anda.

Nacer otra vez

Vine a este mundo para luchar,
para ser guerrera,
para enfrentar la paz con la injusticia,
para dar nombre a la rebeldía sin causa.

Vine a este mundo para amar,
para amar a los árboles que bailan con la brisa,
para amar a los cielos que cubren mis cornisas,
para amar a los vientos que mueven las sonrisas.

Vine a este mundo para sufrir,
para sufrir a todas estas almas en pena,
para sufrir por todos los que no tienen nada,
y para sufrirme a mí primera.

Vine a este mundo a cantar,
a veces la caña,
a veces la miel de tus ojos,
a veces la hiel de tu celo.

Vine a este mundo a ser condescendiente,
y también descendiente,
y a veces ascendente,
y casi siempre consecuente.

Vine a este mundo a parir con dolor,
a gritar con desamor,
a llorar con pudor,
y a caminar sin temblor.

Vine a este mundo,
aunque no recuerde,
el día en que vine.
Pero vine pisando alto,
y dejando un rastrillo de mis yos
trás las pisadas.

Vine a este mundo,
para dejar el alma desnuda,
y abierto el corazón.

No hay paz sin tormento

Odio estar separada.
Odio haber hecho pasar a mis hijos por esto.
Y lo voy a sufrir hasta que me muera.

Los quiero tanto..
Ellos son mi hambre,
son mis ganas de luchar,
son mi incertidumbre
mi certeza,
la fuerza de vivir.
Es un amor verdadero.
Que no se busca,
que se encuentra.

Mi ilusión era encontrarlo también en la calle,
cualquier día de este trajín de días.
Y aún la mantengo.

Y como no, vuelves a mi cabeza. Hoy he visto alguna foto. Tan guapo como siempre. Tan guapo como me lo pareciste la primera vez que te vi. Yo no había sentido esto muchas veces en mi vida. Quizás fue mi inexperincia, mi error. Y sigo pensando que ni siquiera te has merecido nada, y sin embargo, no puedo evitar que te me claves cuando veo alguna foto tuya. Supongo que así es el amor, que el amor, es dar. Y así lo doy, a sabiendas de que me haces trizas.

Valgo mucho, y no por el poco material que pueda juntar. No valgo por eso. Valgo por mi corazón, por mi mente y por mi cuerpo. Por la filosofía de vida de mi aún pequeña familia, Valgo por todo lo bueno que podemos dar. Valgo oro, y más que oro, por toda esta sensibilidad que guardamos en esta casa. A veces sueño que mis hijos crecen, y puedo enseñarles las artes y compartirlas juntos. Ellos son aire, como yo.  Y algunas veces esto me hace pensar que quizás esta casa guarde mucho viento, pero luego recapacito, y digo para mis adentros, que es imposible la paz, si primero no hay un tormento.