martes, 20 de diciembre de 2016

Balada menor




Vaya puta mierda de día. Ahora resulta que no soy feminista. Que disfrutar del sexo y ser un ser sexual está reñido con el feminismo. Pues que se vayan al cuerno. Me encanta el porno y me encanta disfrutar del sexo y de mi hombre cuando lo hay. Y me gusta que se respeten a las personas. Amo la libertad y suelo ser respetuosa. Pido el mismo trato para mí. Pero no lo entienden. Dicen cosas sin sentido, con odio. Son feministas tóxicas, lastres para las mujeres. Sólo se quejan, pero no hacen nada para cambiar las cosas desde una manera lógica y sin dañar a nadie. Siempre me había considerado feminsita, y ahora resulta que no estoy en su círculo. Pues me da igual. Yo tengo el mío propio y ellas no están en él.
Pero me siento rara. Como excluida de este mundo tóxico y superficial. Estoy en otra órbita. Debo ser de otro planeta. Por más que lo intento, aquí no encajo.
Y mi espada de corazones me sigue atravesando. Y dejo que duela. Que llegue al máximo. Que baje la intensidad. Abofetea la cara, encoge el alma, y vacía el aire entre nosotros. No sé qué duele. Si no estar juntos, o el desprecio como persona. Qué es lo que duele más. Que no me merecía... lo sabíamos los dos. Se acabó Raquelita, deja que pase el tiempo y se irá del todo. Las entrañas que me arrancó y se llevo como triunfo en la mano, volverán a regenerarse. Estate tranquila, y deja que pase el tiempo. Date tiempo. Date la oportunidad de regenerar.
Hoy es un día de aquellos en que sólo hago enemigos. Yo los entiendo a todos, pero soy tan profunda que no pueden acceder a mí. Se quedan en la superficie pelenado, y yo, no entro en guerra. En el fondo me dan pena. Pero debo dejar fluir y no cargar el mundo a mis espaldas.
Sólo soy una humana. No puedo salvar el mundo. Ni debo hacerlo. Que cada uno cargue su cruz y me acompañe a llevarla. Así es la vida. Y así la contamos.

PD: ojalá yo supiera hacer canciones. Lo he intentado pero no sé. Así que te dedico una balada, la más triste, con piano, por supuesto. Con notas trágicas en menor, y desgarros de guitarra, platillos vibrantes como serpientes, y un bajo al ritmo y sintonía del corazón. Puedes escucharla?

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