domingo, 24 de julio de 2016

Oniria




He soñado mucho esta noche. He soñado con una amiga que se fué hace algún tiempo. Nunca me dio una explicación, y yo nunca supe si había hecho algo malo. En su día, pensé que no se puede obligar a la gente a que te quiera, y se marchó. Pues he soñado que volvía, que me explicaba porque se fue y me pedía perdón. Yo, estaba tan contenta por verla, que después de tanto tiempo me parecía una chorrada, y la perdonaba. Y se sentaba en mi mesa y cenábamos juntas. Me sentía tan feliz de verla.

Y luego he soñado contigo, que llorabas. Me ha dado tanta pena. Estábamos como en una casa oscura y no parabas de dar vueltas buscando la salida. Yo, te guiaba, pero antes de irte, te agarré del brazo, y te dije que no se puede estar huyendo siempre. Me miraste, paraste los pasos, y te pusiste a llorar. Mi alma se estremecía entera, no podía hacer nada con todo ese dolor. Me dijistes que no sabías si podías darme amor y llorabas. Te dejé marchar, y te fuiste con tu pesadumbre. Realmente te siento, no sé cómo, ni por qué, pero te siento. Y hoy tengo pena yo también, por verlo.

sábado, 23 de julio de 2016

El aire llama al aire

Quizás hoy no encaje todo. Quizás el encaje es que exista este desencaje. Nada es igual, nada es perfecto, y me encanta que así sea. Es en la diferencia, donde encuentro tanta riqueza. Y me gusta.
Me siento feliz. Me pregunto cuál es el motivo. Por qué a veces sí, y a veces no. Y creo que son las responsabilidades las que me agobian. Esta semana estoy de rodriguez. No tengo niños. No tengo trabajo. Pero tengo un montón de horas para llenar con sólo, y solamente aquello, que me plazca en el momento. Y eso, y solamente eso, es lo que me hace ser feliz.
Poco a poco, con los años, con los meses, y con los días, cobra en mi mente vida una idea. Una imagen, un pensamiento, un sueño. Una realidad dónde vivo sin relojes, donde construyo mi casa con mis manos y las de mis hijos. Donde cultivo la tierra y vivo de ello. Mi padre vino huyendo del campo, y que paradoja es para mí, que yo quiera volver a ello. Él me puede enseñar mucho, tiene la teórica y la práctica. Yo, las manos y la cabeza.
Por las mañanas llevaría a los niños al cole. Luego haría las faenas de la tierra, y la comida, para que cuando vinieran mis dos amores a comer, la casa oliera a fuego lento. Pasar las tardes con ellos en el campo, o en una acequia. Leer bajo un olivo, o bailar y hacer un picnic a la sombra de ramas verdes y un viento con olor a tierra.
Soy aire,
y al aire,
lo frena la tierra.
Lo alimenta la calor,
lo vacía la tormenta.
Bebe del agua que de las nubes baja,
y lanza con fuerza piedras
si hay nostalgia.
Yo soy aire,
y hoy este huracán,
ha lanzado con orgullo
el viento
que lo demantelará.

lunes, 18 de julio de 2016

Segundas partes nunca fueron buenas


Acabo de tomar una decisión.
Acabo de decidirme,
y no habrá segunda vez,
ya no quedan más después.

No es justo que te busque,
no lo haré.
Sé que tu nivel de compromiso,
no pasa del sofá,
o de unas pocas horas en mi piel.
Yo no quiero eso,
ni lo necesito.

Acabo de tomar una decisión.
Elijo otro cántaro,
uno, que se quedó triste
cuando decidí escapar, sin mirar.

Tengo que recuperar a cierta persona.
Esta vorágine para ahora.
Lo que fue ayer,
enterrado queda.
Lo que será mañana,
lo tengo que recuperar.

Y lo siento tan claro,
y con tanta certeza,
como si de golpe abriera los ojos,
y se cayera esta venda.

Sabes tan bien como yo,
que segundas partes nunca fueron buenas.
No eras para mí,
ni yo para ti, era.
Lo siento.

domingo, 17 de julio de 2016

A veces es muy difícil ser fuerte



Soy una persona fóbica. Tengo facilidad para desarrollar fobias a las cosas. No he conseguido averiguar si es mi carácter, o si es que de pequeña guardé muchos miedos.
Esta noche tengo miedo. Un crujido, un anuncio de la tele, no recibir un whats, mis hormonas y que me tenga que venir la regla, que no esté con mis niños, que mi ex no me haya dejado hablar hoy con ellos, que mis padres se vayan 15 días de vacaciones sin verlos.... todo me da mucho miedo esta noche. Hoy me hacen falta tus brazos, una caricia de tus manos en mi pelo, y un susurro de todo estará bien. Me pregunto si lo voy a tener que imaginar siempre. Llevo mucho tiempo sola, y estoy cansada. Todo el mundo necesita a alguien. Y todo el mundo necesita afecto, hasta yo. Sobretodo yo.
En el sofá, o sobre la arena de la playa, o en la cama, 5 minutos antes de levantarme, o apoyada en la mesa. Cierro los ojos. Veo la vuelta. Unas veces sueño con que entras por la puerta, la cierro, y me plantas un largo beso en el recibidor, para acabar haciéndolo tierno. Otras veces, imagino que quedamos en algun paseo de la playa al anochecer, hablamos y reímos, nos sentamos en la arena, y allí se desata la pasión. Otras veces recuerdo tus persecuciones con la mirada, hasta que me atrapabas, como un gato al acecho del ratón.
Imagino tantas cosas. Pero imagino, siempre imagino.
Y esta noche no voy a poder dormir porque siento miedo. Siento crujidos y algo de susurros y me muero de miedo. Y la tristeza vuelve y me da por llorar. Que duro es esto de hacerse más fuerte.

jueves, 7 de julio de 2016

En la playa, junto al mar









Faltan 35 minutos para mañana.
Y mañana, es día trágico.
Se cumplen 10 años,
en unas cuantas horas,
en que me vestía de blanco.

Mi boda no fue bonita. Nada bonita. Para empezar el vestido. Después de buscar y buscar y probarme los 50 mil vestidos disponibles en Barcelona, escogí uno que quería arreglarlo a mi gusto. Y a mi gusto nunca lo fue. No lo supieron arreglar adecuadamente.
El reportaje fotográfico, en mi casa, en mi casa de toda la vida... fotos en mi casa, un gran tesoro... fue un desastre también. El fotógrafo se empeñó en hacerme una foto mientras mi padre me besaba. Mi padre no me ha besado nunca. Y el beso fotográfico sirvió para provocar las risas de mis tres hermanos. Yo me sentí triste. Y humillada. La gente se reía de que mi padre me diera un beso.  No olvidaré nunca la escena.
Llegué antes que el cura a la iglesia. Tuve que esperar en el coche, bajo el sol abrasador de las 5 de la tarde de julio, mirando por la ventanilla, a ver si aparecía la sotana de la discordia. Al final apareció, la gente entró en la iglesia, y pude bajar del coche con mi flamante vestido blanco y mi cola de 10 metros. Pero sin velo ni mantilla que tapara mi cabeza.
Mi ex estaba muy nervioso. Y como hacía él cuando se lo llevaban los nervios, me echaba bronca por todo, y cualquier cosa, era motivo de disgusto. Aún no entiendo como no tiré el ramo y salí corriendo. Supongo que el traje me pesaba.
Mi hermano pequeño fue el encargado de traer los anillos, y se los olvidó. Cuando el cura pidió las alianzas, se armó un revuelo de tres pares de narices en la iglesia. Mi hermano salió corriendo a buscarlos a su casa, pero mientras, el bullicio no paraba de crecer. Mi ex estaba ya desquiciado. A mí me dio la risa y pedía que alguien nos dejara unos para poder seguir con la ceremonia. Que mosqueo tan grande llevaba mi ex. Si hubiera sido su hermano no habría pasado nada, pero normalmente aplicaba la ley del embudo y me tocó aguantarlo.
Al final, mi hermano llegó. Se llama Jesús, como mi abuelo materno. El cura hizo sorna cantando " se nota, se siente, Jesús está presente". Yo me descojonaba. Que pena que mi ex no hubiera podido apreciar estos momentos. Que carácter a tenido siempre por dios! nunca mejor dicho!
Luego pues pasó lo de todas las bodas. Llegó la hora del beso y yo estaba nerviosa y me daba vergüenza, y no se lo dí. Hice como si nada. Otro rebote de mi ex. Cuando salíamos de la iglesia se tropezó con un banco y se dió un golpe en la pierna. Además de todo, salió cojeando.
Nos tiraron arroz, que estuve sacándome del pelo durante 3 días. Nos hizimos las fotos con la familia, con los amigos, y nos fuimos al restaurante.
Tenía buenos exteriores. Salieron fotos muy bonitas de los dos. En algún jardín de esos perdí la liga. Creo que se me debió caer en la sesión fotográfica porque no apareció nunca más después. Yo que se la quería dar a un amigo con todo el cariño... pensaba subirme a la mesa y hacerle que me la quitara. Pues no pudo ser porque nunca más apareció.
El pica pica y la cena fue un desastre. No había orden ni sentido. Las bebidas las pusieron calientes en el jardín. Los platos entraban sin esperar que nosotros estuviéramos sentados en la mesa. Mi ex se emborrachó y perdió el norte. Parecía que me casaba yo sola.  Y a todo esto, en un momento de lucidez, recordé que el cheque que teníamos preparado para pagar el restaurante lo dejé guardado en la cómoda de mi habitación. Tuve que mandar a mi primo a que rebuscara entre mis bragas y sujetadores para que, por favor de los favores, me trajera el cheque!
Realmente fue un desastre. El DJ también lo fue, y acabamos dándole yo y mis amigos, cd´s nuestros para poner algo que fuera fiestero y bailable. Me pasé la noche bailando con el tío de mi ex, con los tíos abuelos de mi ex, y con todos los hombres mayores de la fiesta. Qué suplicio.
Y por fin, cuando acabó todo, después de despedir a todo el mundo, vamos al parking y mi padre no encuentraba las llaves del coche. Vuelta al jardín a buscarlas, ya a oscuras. Aún no sé, como milagrosamente, aparecieron al lado de un banco en el jardín, para que digan que no existen los milagros! y por fin nos pudimos ir todos para casa.
Mi ex con una taja de campeonato. Ni entré en casa en brazos, ni tuvo cojones de desabrochar los 48 botones de la espalda de mi vestido. Me acosté vestida tal como caí, a su lado, y dormimos la mona. Creo que no consumamos hasta la luna de miel, porque al día siguiente, cuando nos levantamos, mi ex quiso ver los vídeos que nos habían grabado los colegas. Desafortunadamente, ellos también iban bastante tajas, y, inexplicablemente, de una boda de 8 horas, quedaron grabadas 19. Aún no me explico el misterio. El caso es que grabaron encima de otras cintas donde estaba el naciemiento de su sobrino.. y otros recuerdos... así que se volvió a mosquear y estrelló todas las cintas contra la pared. Adiós reportaje de boda, adiós consumamiento, y adiós a la felicidad superfeliz que nos tenía que invadir en esos momentos.

Realmente fue horrible. Tenía mi ilusión en que ese día fuera especial. Me imaginaba las mariposas en el estómago mientras entraba en la iglesia y ver a mi ex a lo lejos, esperándome en el altar. Imaginaba que sentía las mariposas de él también. Imaginaba la emoción a flor de piel.  Para mí fue un chasco. Sobraba gente, sobraban formalidades, sobraban vientos.

Mañana hacen 10 años ya. Y este año, no sé porqué, me acuerdo.

Hoy voy a soñar. Voy a soñar con un vestido blanco, hippie, y una corona de flores, y unos pies descalzos. Voy a soñar con un atardecer en la playa. Contigo, mirándome, con casaca blanca y pantalones de lino blanco, y descalzo, sin nada. Soñaré con que somos nosotros los que hacemos los votos. Primero yo, diré lo que siento. Luego tú, dirás lo que creas. De tí para mí, y de mí para tí, y para nadie más. Voy a soñar con un beso, con uno que se vuelva apasionado. Con que me cojas y te abrace con mis piernas. Con que me lleves al coche, y desaparezcamos de la faz de la tierra.

Así quería que fuera. Y así quiero que sea. Y si no lo puedo conseguir así, pues soñaré con que así sea.

miércoles, 6 de julio de 2016

Un tranvía llamado deseo



Y yo no sé si es que estoy borracha, o si han sido los canutos, o las risas de la noche. El caso es que me gustaría que vinieras a arreglarme el ordenador. El ordenador, y todos los días de mi vida.
Me siento sexy. Y te deseo. Más que a nadie. Te deseo encima, debajo, delante, detrás, de costado y de todas las maneras posibles que se te ocurran. Te deseo aquí, y ahora y siempre. Te deseo en este mareo. Te deseo tanto como para dejarme llevar. No sé si te quiero, pero te deseo, en este instante. Te deseo en la cocina, y en la mesa del comedor, y frente al espejo, y en la habitación, y en el balcón, y deseo que te derrames entero en mi alma, y que la absorbas. Te hecho de menos ahora, con este mareo. Es ya, cuando me haces más falta.
Dicen que los borrachos nunca mienten.
Arréglame el ordenador.
Y de paso, la vida.