Si por mirarte mal me vas a matar,
agoniza que te vea.
Acerco mis labios a tu boca abierta,
sedienta de paz y guerra.
Apenas notas mi aliento,
pero mi presencia te eriza la piel.
¿Héroe o villano?
Tienes las dos caras de la moneda.
Y las muestras cuando quieres.
Ser héroe,
yo te protejo,
yo te cuido,
conmigo estarás a salvo.
Ser villano,
yo te estrangulo,
yo te rompo las bragas,
yo olvido todo.
A cada golpe de piano el latido cambia de frecuencia,
y las máscaras se van poniendo y quitando en un baile
que ya es tan apresurado que se confunde la una con la otra.
Mi héroe y mi villano.
Si se te ocurre hacerme otra visita,
que sepas que te voy a amarodiar.
Te arrancaré la piel para hacerme un bolso,
y sacudiré al deseo,
fuerte,
atizando con el cinturón.
Y sólo cuando acabe,
lameré las heridas,
como buena felina.
Para darte el beso más tierno,
ese que no vas a poder olivdar,
en tu vida.
Tu heroína y tu villana.
Así somos los dos,
y así lo hemos contado.

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