miércoles, 28 de septiembre de 2016
Los ciclos de la marmota
Parece que todo es cíclico. A ves parece que partes de un punto para dar una vuelta completa antes de llegar al mismo punto de partida.
Vuelves, porque el asesino siempre vuelve al escenario del crimen. Y cada vez que te echo, aparece uno nuevo, así, de repente, otro que me da ilusión y otro que me besa tierno.
Todo es cíclico. Son idas y venidas en este mundo de la marmota en el que vivo desde que aparecistes. Qué curioso es todo siempre. Nunca dejo de pensarlo.
Y vas a volver, porque lo sé, porque esto es así. Pero en cada venida pierdes fuerza. Y en cada ida también. Ya no es lo que era. Decepción quiás. ¿Y si en algunos de estos ciclos se intercala el que es de verdad para mí? El de esta vez lo he sentido cerca con apenas unos besos. Me ha gustado. Y yo a él. Qué gracioso ver como se iba girando para despedirse conforme caminaba para irse. Quiere que vaya a verlo tocar. Estoy deseando escuchar la maqueta. Es bueno. Cuando se ha tenido que ir dice que es como si le hubiera partido un rayo y que piensa quejarse al ayuntamiento de los horarios de los trenes. Me ha hecho reir mucho, y pensar, que el rayo también me ha partido a mí, y que si se queja al ayuntamiento le aseguro que le doy mi firma de queja. Aunque la propuesta de ponerle un cepo al tren también me ha parecido buena.
Mi niña, así se comporta la gente que te quiere. Hacen estas cosas. Se palpa, se nota, se dice, no se puede evitar. Y es así como debe ser cariño. Me siento orgullosa de haber parado los pies al idiota, como se dice él, y aún haberle llorado, ser capaz de volver a sentir esas mariposas y ser lo suficientemene madura para no cerrarme al amor. Cuanta más gente conozco, más me doy cuenta de lo madura que soy y de la tía de puta madre que soy también. Y me encanta disfrutar el momento.
Por qué siempre será todo tan curioso.
sábado, 24 de septiembre de 2016
viernes, 23 de septiembre de 2016
Pájaros de barro
Todo está en mi cabeza.
Mi ex me decía que tenía la cabeza llena de pájaros.
Me siento triste.
Mi ex me decía que tenía la cabeza llena de pájaros.
Me siento triste.
jueves, 22 de septiembre de 2016
El amor no es suficiente
Cuántas veces te he leído,
cuántas más no te he entendido,
y muchas más te he refutado.
Tantas veces han sido!
para hoy,
tener que darte la razón.
A veces, el amor no basta.
Se puede estar totalmente enamorado,
puedes entregar tu vida sin nada a cambio,
puedes hacer locuras,
no pensar,
ser perrito faldero.
Puedes hacer mil cosas,
pero si no te dan lo que necesitas,
el amor no basta.
Romperse en pedazos
cerrando una puerta que es dolorosa,
poco a poco,
soportando las oleadas de dolor,
porque si viniera todo junto,
me moriría.
O quizás el amor sí baste.
Y si lo podemos hacer tan grande
que se destruyan las barreras
y nos envidie la humanidad entera.
Pero como lo hacemos si te vas.
Si vienes para desaparecer.
Si la calidez se hiela,
en cada palabra,
en cada pensamiento,
en cada mentira,
que callas.
Otra vez me encuentro en la encrucijada
de si amarte,
o dejarte marchar,
sin que te vayas del todo.
Quizás yo tenga problemas. Sé cual es el principal. Cuando quiero, lo hago con el corazón. No sé resguardarme, no sé hacerlo de otra manera. Me entrego, y eso me hace vulnerable a que me hagan daño. Y me lo hacen. No sé entregarme a medias.
Tú eres diferente. Tienes miedo y no te entregas. Vienes, cumples el papel perfectamente, pero te vas y desapareces. No eres estable porque tienes miedo. Porque lo quieres pero no puedes. Porque sólo echarías raíces con una persona a la que ya no tienes. Porque estás como condenado, como maldito, a los cien años de soledad. Como yo. Sólo que tú te condenas porque quieres.
Y sí se supera todo esto. Si tuviera la certeza de que algún día dormiríamos juntos todas las noches. Si supiera que algún día me dirás te amo. Si supiera que ibas a compartir tu mundo con el mío,... esperaría, vaya que sí que lo haría. Pero la incertidumbre siempre acecha. Ser o no ser en este momento. No me aprietes tanto, seamos, a nuestro lado.
Tu forma de no querer me hace daño.
A veces el amor
no es suficiente.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Atenea derrumbada

Hace frío. Recorro la casa de un lado a otro para ver si así entro en calor, pero hace frío, mucho frío. Un frío que me está congelando las manos y los pies. Hace frío, pero mucho frío. Doy vueltas por el piso, y más vueltas. El calor no aparece por ningún lado. De repente topo con la cama. Me meto y me tapo con la colcha. Hace frío, mucho frío. Me tapo la cabeza. Ahora además está todo oscuro. En la oscuridad paso bastante bien desapercibida con mi traje negro camuflaje. Me fundo en ella. Me convierto en la oscuridad que acecha, que envuelve, que sobrecoge, que chupa. La luz de un relámpago descubre mi cara por segundos. El trueno no sé si viene de fuera o de mi lecho. La oscuridad me hace suya, y el frío, poco a poco, para. Soy consciente de cada célula de mi cuerpo. de mis labios carnosos y secos, de mi piel, erizada, de mi sangre bombeando por todos los rincones de mi cuerpo. No soy más que eso. Atenea derribada. Reina destronada. Cenicienta sin hada. Papel sin lápiz. Belleza sin deseo. Esponja del dolor ajeno. Muñeca rota. Sirena varada. Pena de mí. Triste de mi. Pobre de mí.
Poco a poco, la oscuridad se hace penumbra. Me suelta, y se vuelve a dibujar, bajo las sábanas, mi silueta. Rompo a llorar. Gracias a dios en mi mesita siempre tengo pañuelos y pastillas para dormir. Lloro y pido mi deseo, otra vez, por si alguien me escucha cada noche. Quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, quiero ser feliz, y con mis hijos y mi casita y mi trabajo, quiero ser feliz. Y ser feliz porque sí, sólo por serlo.
Júpiter me dice que tenga paciencia. Mercurio me incita a una buena gestión. Venus está conmigo. Saturno y Urano aún no aparecen. Marte no se pronuncia. Y a Plutón le coge todo muy lejos ya.
Después del llanto, viene el sueño, y el ruido de los aviones que pasan con gente, rumbo a cualquier destino. Rumbo a una playa. A una isla desierta. A un mar y a un cielo, que los protegerá.
Apenas he empezado la batalla y me rindo. Me da miedo enfrentarme al gran malo malísimo. Después de tantos años aún le tengo miedo. Me aterra no sabes cuanto. Y me siento tan niña y tan desprotegida frente a él como el primer día que me gritó en la calle. Siento temor y lloro. Y pido a dios, si es que realemnte existe y me escucha, que me de valor y coraje para hacerle frente y dar una mejor vida a mis hijos y a mí. Es el mal que tengo que erradicar. Ése es el mal que tengo, es él el que nos hace mal. Y sufrimos mucho los tres. Atenea no te derrumbes. Coge el arco y la flecha, y dispara. Sé implacable y no tiembles por nada. Le quitaste el poder sobre ti, recuerdas? Vístete de negro, disfrázate si así te sientes más segura, y sé implacable. Todo va a depender de esto. Mi vida, nuestra vida, la vida va en ello. Adelante atenea, empieza a verter las lágrimas del cántaro sobre la balanza de la justicia, y deja que se derrame la sangre sobre los cuernos del carnero.
martes, 13 de septiembre de 2016
Píntalo negro.
Las voces de mi cabeza no cesan.
Del televisor salen dos brazos que me agarran por la sienes,
y me zarandean
Mis ojos se ponen en blanco,
convulsiono, y me voy a otra esfera.
Vienen imagenes de unas tierras,
que son verdes, verdes praderas.
Veo a una mujer de otro siglo,
quizás a mí,
sí, a mí,
acariciando la hierba al andar,
y la paz lo inunda todo.
Mis ojos aún están en blanco,
no ven la realidad tangible,
creo que entro en trance,
estoy mandando un deseo al universo.
Paz. Amor. Naturaleza viva.
Si con la vida huída lo consiguiera,
estaría encantada de pudrir mi cuerpo.
Pero no quiero más huídas.
El valor viene a socorrerme,
y la fuerza se me cuela desde los talones
hasta las raíces del pelo.
Mi corazón se tiñe de valiente,
y mi cabeza se disfraza de bien sentada.
Se avecina la guerra,
y lo pinto todo negro camuflaje.
Y mientras dura el trance,
puedo ver mi destino,
y conozco el final de la batalla.
Gracias por la revelación.
Me pinto la cara de camuflaje
y en seguida,
paso a la acción.
domingo, 11 de septiembre de 2016
Ya te echo de menos, y es la diada
11 de setiembre. Desde que me separé, ésta es una fecha importante para mí. No porque pasara nada, ni porque tenga ningun aniversario por celebrar. Es porque llevo unos años que en este día hay alguna revolución, alguna pequeña cosa digna de memorar en mi alma.
Hace dos años, estuve con mi mejor amigo, que en aquella época aún no lo era, pero que ese día pasó a serlo.
En este día de hace pocos años volvió don diablo. Fue increíble. Estuvo un tiempo más hasta que lo eché del todo. Que pena que fuera tan diablo, y yo tan poco bruja. Lo nuestro era imposible. Sin embargo, los momentos más felices los viví a su lado, por todas las ciudades, por todas las calles, por todos los bancos, y en las noches que estuvimos juntos.
El año pasado te sentía superdistante y me fuí. También el 11 de setiembre. Por la noche estuve bebiendo hasta quedarme dormida en el suelo. Empezó la tristeza, el invierno, el frío, las flores secas y toda la escala de grises del mundo, que no menguó un poco hasta que volviste.
Este año es 11 de setiembre otra vez. Hace un rato que te has ido y ya te echo de menos. Me habría ido contigo, pero quizás te habrías agobiado. Me he enamorado y me obnuvilas. Este año voy a intentar ocupar mi tiempo en otras cosas, a ver si así no pienso tanto en ti y se me pasa un poco esta tristeza que me llena por dentro cuando te vas.
Pero sé que esta vez no te vas del todo. Me dan ganas de quererte tanto, es tan hermoso esto que me está pasando. Seguro que tú ya conoces esta sensación, pero es que yo lo siento todo tan nuevo... Me tengo que reprimir las ganas de decirte te quiero. Cuando te abrazo por la espalda noto tan fuerte mi corazón que temo que tú también lo sientas. Un día me vas a hacer llorar de placer, anoche casi lo consigues. Y tú preocupado porque piensas que no me gusta del todo. Si lloro de placer algún día, no te asustes, que es que me sale solo, y no quiero reprimirlo. Bastante represión me impuse yo solita el año pasado.
Una vez me propuse dejar de llorar, y juré que sólo lloraría por placer. Y quiero que así sea.
sábado, 10 de septiembre de 2016
En la bandera de la libertad, bordé el amor más grande de mi vida
Hoy tocaba comida familiar. Ha venido mi primo del pueblo, con su mujer y sus dos hijas, a pasar unos días aquí, en Barcelona. Y me he venido triste de casa de mis padres. Sabes? me da rabia cuando me chafan un buen día. Esta mañana estaba pletórica, radiante.. y ahora estoy triste con cara de alpargata.
Mi primo me dice que me vaya para el pueblo. Que allí no trabajaría. Y yo le pregunto... de qué voy a vivir primo? su respuesta ha sido... un hombre con dinero, que te mantenga y vives como una reina. Tendrás quien te cuide los niños, tendrás quien te limpie la casa, y tendrás quien te haga la comida. No seas tonta prima!
Me he quedado perpleja. En cualquier caso, le he contestado que la que trabajaría sería yo, y que la que tendría dinero sería yo también. Piensa en tus hijos, me ha dicho él, que tú tienes dos niños ya. Se ha burlado de mis aspiraciones, de que aspire a tener un futuro próspero por método propio.
Y mi hermano también se ha reído. Y mi padre también. Me han hecho sentir fatal entre todos.
Estoy sola con mis dos niños, vale. Los estoy sacando a flote con todo mi esfuerzo y empeño, vale. En 3 años y medio no me ha hecho falta pedir dinero a nadie nunca, e incluso tengo dinero ahorrado. Pago a una canguro y me voy manejando como puedo. Y todo este esfuerzo, toda esta lacra que llevo encima, es porque me niego a ser una mantenida. No quiero. Nunca he querido. Me fui de mi casa, estudié para ser independiente económicamente, me separé para que no me anularan y me esfuerzo cada día para que a mis hijos no les falte de nada y para mejorarme a mí misma y ser mejor persona.
Se ríen porque no lo entienden. Porque me consideran inferior. Porque creen que una mujer no puede tener otro destino. Les jode que si tengo sexo, sea sólo por placer, que si estoy con alguien, sea porque lo amo, que si tengo casa, sea porque tengo dinero para pagarla.
Me hacen sentir de otro mundo, como si fuera la persona más extraña del planeta.Y lo consiguen. Y una vez más, en estos 34 años de andaduras, vuelvo a reflexionar, vuelvo a reafirmarme y a ratificar con mi gran bandera, que yo soy libre! y que siempre, siempre y siempre, he luchado, lucho, y lucharé, por mi libertad, y por la libertad de todas las mujeres de este mundo.
A veces creo que ese es mi cometido en esta vida.
jueves, 8 de septiembre de 2016
Tan cerca, y tan lejos.
A veces cerca,
cuando me miras
cuando me agarras.
Incluso me quieres,
siempre por momentos.
Y sin embargo, a veces lejos.
A veces no hablas.
A veces no escribes.
A veces pasan los días
y no sé nada de ti.
Si pudiera estar,
si pudiera acompañarte,
si pudiera ver levantarte
ver tu vestimenta.
Estar cuando te apresas.
cuando amas,
cuando te enfadas.
Estar... contigo siempre,
donde
cuando
quieras.
Y lo sabes
y te aprovechas.
Y si yo me voy,
nunca nos vamos del todo,
y dejamos migas pan
en la mitad de la senda.
No debería encontrar
lo que no existe.
jueves, 1 de septiembre de 2016
Carta al universo
Hoy me han dicho que escriba. Que escriba cómo me gustaría que fuera el hombre de mi vida. Me han dicho que escriba y que lo mande al universo. Bueno, no sé si esto será el universo pero quizás algo de parecido tiene. Lo envío a internet y a sus redes infinitas. Quizás es lo más parecido al universo que tengo ahora mismo a mano. O quizás, mire al cielo mientras escribo en el balcón, por si pasa mientras tanto, alguna estrella fugaz que se lleve mi deseo en la cola, y lo pasee por todo el firmamento como si de una gran pancarta de anuncios se tratara.
Cómo me gustaría que fuera el hombre de mi vida. Realmente no soy muy exigente. Yo nunca pido mucho, y vivo con cosas pequeñitas. Me gustaría que me amara, pero no de cualquier forma, sino de verdad. Como se quieren a los padres, a los hermanos o a los hijos. A pesar de los defectos, y para siempre. Quizás me gustaría que me hiciera saber que me ama, y no con bombones o flores, sino con su calor cerca, con su atención y con su respeto.
El hombre de mi vida tiene que ser cortés, romántico, atractivo, con sentido del humor, que cuando me abrace sea capaz de rodear todo mi mundo con sus brazos. Cariñoso. Me gustaría que respatara mi libertad, que no me considerara de su propiedad, ni pensara que me tiene asegurada para siempre. Que se esfuerce en que seamos felices.
Me gustaría que fuera moreno. Que tuviera labios carnosos. Que me susurrara al oído las guarrerías que piensa hacerme. Que me diga te quiero por las mañanas. Y por las noches antes de dormir en su pecho.
El hombre de mi vida tiene que ser inteligente. Me gustaría poder tener conversaciones profundas. Filosofear, compartir aficiones. Me gustaría que compartiera su mundo, yo prometería no inmiscuirme demasiado. Mi gran amor debe ser libre también, como yo. Y amarnos en nuestra libertad. Para mí, así es el amor más perfecto.
Me gustaría que durmiera todos los días a mi lado. Que me tocara con el pie cuando nos damos el culo. Que el amor fuera más grande que el orgullo, y que no pasara ni una sola noche en que nos durmieramos enfadados.
Me gustaría que fuera algo aventurero. Que exploráramos todos los rincones del mundo de la mano. Vivirlo todo. Que no dejara que el aburrimiento se instalara en nuestra casa. Ni en nuestra familia. Me gustaría que fuera capaz de llegar a querer a mis hijos. De aprender todos juntos de todos. Me gustaría que tuviéramos un hijo. Pero esta vez que no se pareciera a mí. Que fuera calcadito a él.Que lo mirara con orgullo, que fuera el mejor padre del mundo. Y que yo lo pudiera ver.
El hombre de mi vida tiene que enseñarme las estrellas, bailar, arroparme si hace frío. Y por supuesto, me tiene que empotrar. Tiene que ser fiel, pero no porque la sociedad lo marque, sino porque así lo sienta en su interior.
El hombre de mi vida quiero que me haga feliz. Más feliz de lo que he sido nunca jamás en la vida. Y que se deje recibir por triplicado todo lo que me da.
El hombre de mi vida moriría conmigo si me mato, y yo me mataría con él si se muere.
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