Siempre había sido muy feminista.
Tachaba a la sociedad de injusta.
Las mujeres...
ceros a la izquierda.
Féminas sin vida propia,
sumisas,
obedientes,
sin libertad!
Dios! cuanto he luchado por no ser así!
Primero estudiar,
independencia económica.
Luego matar,
a un marido que ahoga,
mandaba a callar,
y no permitía deslumbrar.
Sin embargo,
en medio de esta lucha,
aprendo una lección.
Cuál es el papel del hombre.
Mujeres,
débiles,
no somos.
Capaces de parir,
y soportar dolor.
El hombre,
sostiene el sacrificio.
Más fuerte,
físicamente,
más estable,
hormonalmente,
estabiliza,
sostiene,
y cuida,
a la mujer creadora,
y así,
a la supervivencia
de esta especie.
Y esto es así,
por naturaleza.
Tarea complicada,
la de acoplar,
la vida moderna,
con la primitividad.
Por pirmera vez,
tomo conciencia,
de la figura masculina.
Y por una vez no la aparto,
ni la menosprecio.
La respeto,
y le doy su lugar.
Y no me siento infravalorada,
o menospreciada por ello.
Los sistemas sofisticados,
suelen ser delicados,
y necesitan protección
y una base estable.
Y viceversa pasa igual,
la unión,
forma equipo..
Creo que nunca he hecho equipo...
cómo lo iba a entender?

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