miércoles, 30 de agosto de 2017

Debes irte para siempre

 Resultado de imagen de debes irte para siempre


He necesitado todo este tiempo para estar sola. He necesitado recuperarme, curarme este dolor. Y soy consciente de que aún me remueves por dentro.

Haces lo que te gusta. Tienes una vida que te gusta. Eres feliz. Y piensas que estás genial estando solo. Pero te haces daño a ti mismo. Y te vas haciendo daño sin querer ver la realidad que te pasa.

Te esperaría. Si tuviera la certeza de que vas a conseguirlo, si supiera que lo vas a superar, te esperaría. Pero entonces me hago daño a mí misma. Vuelves porque nunca he dejado de llamarte. Vuelves porque me quieres. Y te vas porque sientes miedo. Si permaneces mucho tiempo sabes que echarás raíces, y no quieres. Te esperaría si supiera cómo ayudarte sin tener que romperme cada vez que te alejas. Si cada vez que te fueras, mi casa no se convirtiera en hielo. Mis hijos no se merecen a una madre helada. Han sufrido mucho los dos, sabes? Y no se lo han merecido.

Te esperaría si supiera que tus risas no van a ser falsas. Si no me volvieras a romper el corazón para salir huyendo de una vida que crees que no te va a hacer feliz.

No me merezco esto. Mis hijos tampoco. Y tú tampoco. No puedo esperar a que madures. Siento todo lo que te ha pasado. Sé lo que duele. Siento que no puedas salir de eso. Siento que te hagas daño. Siento en el alma esta decisión tuya de no quedarte por mucho tiempo. Lo siento y no sabes cuanto. Pero no piques a mi puerta, no me ciegues los ojos con vendas, si no va a ser para compartir tu tierra conmigo.

En unos años  cambiarás. Quieras o no, tarde o temprano, vas a acabar madurando. Porque esto nos pasa a todos. Pero no puedo esperarte. Yo no tengo la culpa de nada, es verdad. Y no puedo esperar a que dejes de comportarte como un idiota. Lo siento. Debes irte ya, pero sin volver. Si no lo haces por mí, hazlo por dos criaturas inocentes que no se han merecido todo lo que les ha pasado, ni se merecen esto tampoco.

Debes irte para siempre. Por favor, no me obligues más a tener que hacerlo yo. Te lo ruego por mis hijos.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Suicida


 Resultado de imagen de suicida


Suicida.

Porque tengo tu biología aún desparramada sobre mi piel.
Porque hemos resbalado los cuerpos.
Porque he goteado hasta el suelo.
Porque miro a la mesa,
y están todas las huellas marcadas.

Suicida.

Porque me has caído del cielo,
porque no te esperaba,
porque eres la pieza que encaja
en mi futuro próximo.

Suicida.

Porque mis planes siguen adelante.
Porque hay luz!
Porque esto debe ser el destino!
porque no encuentro explicación.

Suicida.

Por muchas trabas,
que tropiece,
la puerta se abre.
Y la cierras tras de mí.
Me aparta la ropa
las entrañas susurran.

Suicida.

Porque aunque estén locos,
siempre me volvieron loca
 los baterías.

lunes, 21 de agosto de 2017

Me buscas

 Resultado de imagen de me buscas



Voy a exlicarte por qué me buscas.

Me buscas porque soy una experta en todo lo que hago, porque te comprendo, porque empatizo contigo, porque soy súper sociable y porque me llevo bien con casi todo el mundo. Porque tengo un encanto natural cuando hablo contigo, como si mis palabras te absorbieran y te elevaran a otro mundo.

Me buscas porque soy educada, porque siempre trato de evitar la agresividad y toda la mala onda de los demás, por mi inteligencia, por mi mente abierta, porque siempre trato de progresar, porque arriesgo por lo que quiero aunque el mundo entero esté en mi contra, porque soy especial y no sigo a la mayoría.

Me buscas porque te gustan mis besos y mis caricias, como te toco el pelo y como puedo quedarme horas haciéndolo, por como sonrío, por cómo te miro, por cómo perdono.

Me buscas porque en mi interior no hay rencores ni rabia, porque veo las cosas de forma objetiva siempre, porque hago que te sientas especial, y la persona más amada del planeta.

Por eso me buscas.

jueves, 17 de agosto de 2017

Mañana ya es hoy


 Resultado de imagen de hormigas cien años de soledad


Ha aparecido otra clase de hormigas. A las pequeñas y negras que habían, se han unido otras un poco más grandes y con la cabeza roja. He matado a dos bichos tijeras que habían en el lavabo con la zapatilla. He salido un rato al balcón. Y cuando he vuelto, se estaban llevando los cadáveres colaborando juntas. A uno lo han despedazado increíblemente rápido entre todas y se lo han ido llevando. Al otro, lo han cogido al vuelo torpemente y también se lo han llevado. He esperado a ver donde se lo llevaban. Primero se han metido debajo de la báscula. Luego han salido y se han metido por detrás del marco de la puerta. Deben vivir en las paredes.
Me ha dado por pensar en el riesgo que corren para almacenar su comida. Riesgo, a que en cualquier momento las pise y acabe con todo. Supongo que la vida es así. Es lucha de unos contra otros desde los orígenes para sobrevivir. Lo tenemos grabado por algún lado en nuestro código genético común, que vete a saber tú de dónde ha salido. Casualidad. Bueno, la respuesta más simple siempre es la correcta.

Me han repugnado los vídeos. Los he visto sin querer y los he quitado a la mitad. Pienso en el mamón que los ha grabado. Había una chica semidesnuda muerta en el suelo, y se ha parado a grabarla más. Qué hijo de puta. Buscando el morbo entre la muerte. Es lo que más repugnancia me ha causado de todo esto. Y estoy rodeada de ellos. Están en todas partes. No sé por qué, pero un pensamiento ha aparecido en mi cabeza. He pensado que tú eres así también. Un vive y deja morir. Y me ha causado asco. Y repulsión. Y yo no puedo querer a alguien así. No puedo.

He pensado en mis hijos. En mí. Realmente me siento muy desprotegida. Quizás toque ponerse las pilas y buscar a un buen hombre. Llevo unos cuantos años dejándolo para mañana. Y mañana ya es hoy. Me resulta difícil discernir. Hasta que no los conoces un poco no sabes el grado de mamón que llevan dentro. Necesito a uno que no lo sea. Sólo a uno. Pero lo necesito. Y la necesidad obliga. Cómo obliga a las hormigas a exponerse a la sombra de mis pies.

lunes, 7 de agosto de 2017

Odio

El cansancio sigue fuerte. Me duelen las manos y tengo algunas astillas clavadas. Pronto dejarán de ser manos de princesa. Y con estas manos solladas, le he pegado una torta a Juan. Se ha quedado tan sorprendido.. y ha empezado a hacer pucheros. No le dolía la bofetada. Le dolía el alma. Cómo he podido hacerlo.

Necesito tiempo. Tiempo, tiempo, tiempo, tiempo, más tiempo siempre. No llego, no doy abasto con todo. Por más que cambio cosas, por más que me rompo la cabeza buscando trabajos para que no les falte de nada, para que me quede tiempo para estar con ellos, para que me quede algo para mí también. Por más que me rompo los cuernos... no hay salida. Y si mi mundo es así, si mi mundo va a ser así, cómo lo hago para asumirlo y dejarme llevar.

Este ha sido tu castigo. Sabías que quería ser libre, y me has encadenado aposta. Y encima me has hecho sentir culpable todo este tiempo. No te mereces nada.

No pienso ponerme en manos de nadie nunca más. Nunca más. Lo juro.

sábado, 5 de agosto de 2017

Que me calles de una puta vez, con un beso, la boca

Es muy difícil combatir los miedos. Siempre fuí una niña miedosa. Tengo cierta facilidad para desarrollar fobias. Ésto, ha hecho que desde que recuerde, tenga que estar combatiendo y luchando contra ellas. He causado admiración muchas veces en mucha gente diferente. El tener que padecer miedos y fobias, me ha obligado a tener que superarlas una a una. Tener que ser valiente... ser valiente es lo único que puedo hacer para superarlas. Y si soy valiente, es porque estoy llena de miedos por dentro. Qué paradoja.
Y no queda más remedio que enfrentarlos y superar, y enfrentar, y superar, y enfrentar... así es mi vida. Pienso muchas veces, tantas veces, que ojalá no fuera así. Pero uno no puede luchar contra lo que es, eso es peor.

Aún me duele a veces. Supongo que es producto del bajón de muchas horas de trabajo. Y que es normal. Y que esto le pasa a cualquiera. Me da por pensar en la cantidad de energía que vendemos por dinero, por intentar estar mejor, o por nuestro honor.
Tampoco es fácil actuar contra tus sentimientos. No es fácil tomar decisiones que sabes que te van a romper, y aún así, preferir romperte mil veces antes que vivir de rodillas.
No pierdo la esperanza de que todo va a mejorar en breve. Llegará setiembre, llagará mi cumpleaños otra vez, y este año va a ser tan diferente del anterior, y del anterior al anterior, y de todos. Tiene que serlo, porque así lo siento. Lo presiento.

Ha vuelto don diablo, mi vecino, gente que hacía timpo que no sabía nada de ellos, todos juntitos, como poniéndome a prueba para ver si realmente he superado todo y cierro la puerta de una vez. A veces los reencuentros no son malos. Porque no piensas volver. A veces los reencuentros sirven para quitar espinas, para comprobar que aún tocando la herida, ya está cerrada y no sangra. Y eso no es malo. Es superación.
Me empezaría a quejar de cómo me duelen los pies. De que tengo las piernas hinchadas y de que esta noche me acuesto sin cenar porque no tengo ánimos ni para pillar un trozo de queso. Podría quejarme de muchas cosas. Pero no me vale de nada. Yo no soy una princesa ni necesito ningún rescate de algun caballero por horas. Así que no me quejo. Estoy luchando por lo que quiero, por lo que necesito, y estos son los daños colaterales. Asumido queda.

Los vecinos cargan las maletas en los coches. Siempre los miro desde lejos, desde mi balcón. Sus vidas me parecen todas iguales y tan diferentes a la mía. Los miro, como si fueran extraterrestres. Y si me permito quejarme de algo, me gustaría tener un hombre, cargar juntos las maletas en el coche, y salir de noche hacia alguna aventura.
Vieniendo del trabajo, he escuchado una canción tuya, don diablo, que me encantaba. Me la grabaste en un pen para el coche. Me hiciste un recopilatorio genial sorprendiéndome con canciones nuevas que me encantaron, y otras, que eran las de siempre. He recordado lo que nos reíamos cuando sonaba Manolo Escobar en el coche, bajo las estrellas, rumbo a las montañas y al parque nacional. Realmente muchas veces no valoré todos estos gestos. Cuando tienes las cosas piensas que serán para siempre, y restas valor. Fui imbécil. Lo sé. Pero también mejoro. Y creo que voy aprendiendo a valorar las cosas cuando se presentan, cuando las tengo. Supongo que la ausencia hace valorar la presencia. Y creo que voy aprendiendo a valorar las cosas cuando las tengo, y no enamorarme de lo inaccesible. Porque eso... no es amor, es ego.
Sigo sin poder perdonar el daño, aunque a menudo se me olvida. Y desde la experiencia que ya voy teniendo, sé que se acaba olvidando siempre. He tenidos amores de muchos tipos. Amores grandes, pequeños, enganches, amores que pensaba que nunca podría olvidarlos. Y los he olvidado a todos. Así que sólo es cuestión de tiempo. El primero, mi gato, mi tatuaje en el corazón, tan fuerte, que decidí llevarlo conmigo siempre. Y te veo cuando me miro al espejo, cuando miro mi brazo. Ahí te quise poner para no olvidarte jamás. Y así ha sido, hasta que me muera y vea mi brazo. Sabía que si no te tatuaba, te olvidaría. Nadie puede luchar contra el olvido.

Todos guardamos historias. Y todos tenemos que vivirlas.
Y yo quiero casarme otra vez. Pero esta vez de verdad. En la habitación, con luz o sin luz, ya me da igual. Pero quiero casarme con susurros al oído, cuando suba la marea, y que me calles de una puta vez, con un beso, la boca, y a esa risa tonta que me da cuando te tengo.