Es increíble la cantidad de tiempo que gastamos trabajando para los demás. Hoy no he ido a trabajar. Me he vuelto en el camino. Te he visto otra vez diablo. Y he cogido hora con el médico. Ya en casa, me he asomado en el balcón. Hace buena temperatura estos días, y con el toldo puesto, corre un airecito muy bueno. Respiro, miro la vida. Y pienso en la cantidad de tiempo que gastamos trabajando. Tiempo, que no vuelve. Tiempo, que regalamos por dinero. Dinero para comer, para vivir, para mantener el imperio. Mira que hay que ser gilipollas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario