Pese a todos mis esfuerzos por no caer en esta absurda depresión, parece que nada funciona. Sigo sintiendo la tristeza en mis adentros, y las manos que me aprietan en el estómago y que me escurren como si de un trapo de cocina se tratara. Y lucho y lucho. Y no quiero caer en la trampa.Y no me quiero abandonar. No puedo hacerlo. No me lo puedo permitir.
No sé dónde me he metido ni cómo he llegado hasta aquí, pero parece que nada funciona.
Inspira, respira.
Inspira, respira.
Piensa en todo lo bueno. En mis hijos preciosos. En mi familia. En lo bonito que es un anocher. O un amanecer. En la música. En cómo soy capaz de vibrarla hasta en el último átomo de mi cuerpo.
No sé cómo he llegado hasta aquí. No sé que tengo que hacer para volver. Acaso se han desequilibrado los neurotransmisores en mi cabeza y ando por los suelos? acaso he perdido el sentido de mi vida?
No puedo abandonarme, no puedo.
Coraje, cojo coraje.
Nada es imposible.
Nada.
La lucha continúa.
Y me estoy poniendo buenorra.
Y soy inteligente,
y además,
soy la leche.
Si mis neurotransmisores se desajustan,
los ajusto yo de un plumazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario