martes, 26 de abril de 2016

Dáme la mano



Quiero coger tu mano,
que me agarres de la teta,
y recostar mi cabeza en tu hombro.

Hoy me apetece
más que nunca.
Estoy muy cansada,
y necesito dormirme abrazada.

Simpre pensé que no quería morirme sola.
Siempre imaginé una mano y unos besos.
El caso es que veo factible que esto no suceda nunca.
y me da miedo y pena,
enfrentarme sola.

Quizás son las hormonas,
quizás es el cansancio,
quizás son las horas que son,
y por eso extraño
y me vulevo a sentir sola.

Ojalá mis hijos tengan una mano de amor siempre.
Ojalá.

lunes, 25 de abril de 2016

Cómo enamorar a mi jovencita




Olvídate del amor,
ovídate de nadie,
cierra los ojos y mira dentro,
mírate, 
sin los miedos.

Miro,
y me suena algo.
Parece que reconozco a alguien,
a una jovencita.
Está asustada y tiene miedo.
Es gata criada entre monos.
Es sangre roja en sábanas blancas.
Es amor revuelto en cristales.

Algo especial tiene,
algo...que cuesta explicar.
Es como amor,
es como vuelco,
es una presión en el pecho,
con un dulce final.
Tanta sensibilidad desprende,
que se asusta, 
siente, 
y teme.

No pretendo que se asuste de mí,
ni que me tema 
ni que no me sienta.
Toca volver a enamorarla,
Para sentirla más segura,
y que coja confianza.

Cómo lo hago.

Muchos días,
cuido su cuerpo.
Lo baño, lo acaricio,
y le pongo  mil ungüentos.

Muchos días, 
le cumplo los deseos.
Sentirse más ágil,
estar en forma,
y evitar los malos humos.

Hay días en que le compro flores,
o los libros que ella me dice que le gustan.

Hay días en que lo consigo,
y ella, se siente segura.
Sale fuera,
y asoma tímidamente 
su cabeza,
paseando por mi afuera,
saltando con mi melodía,
y mirando el cielo.

Entonces, mi corazón hace brecha,
y ella de pronto,
se siente indefensa.

Entra rápido y se esconde
y teme,
y siente,
y se asusta.

No soy buena enamorando.
Me fustro, me enfado, 
y le digo que es débil
y que espabile ya.
Y sin quererlo empieza a darme miedo,
otra vez,
a mirarme dentro.

Una jovencita mal curada,
es la enfermedad que no sana.
Trabajo titánico,
y tarea superlativa,
la de no desfallecer.
Y aún así la siento en mis adentros,
y la quiero.
Y no quiero abandonarla,
no puedo hacerlo...
la amo, 
y algun día conseguiré,
que una joven que es amor,
me ame a mí también.

Y cuando pase esto, sé,
que vamos a ser invencibles.

 
 
 

 

 
 
 

lunes, 18 de abril de 2016

Oniria



Hace tiempo que no respondo a nadie
que pueda estimular mi mente.
Hace tiempo,
que esta inspiración,
no es suficiente.
Mi Adonis se quedó en foto.
Mi Diablo cayó en el olvido.
Y mi gato se quedó corto.

Y en medio de esta opacidad mental,
estoy yo,
pero yo toda entera,
buscándome a mí misma,
encontrándome a ratos,
mirándome frente al ego,
cansada de los dolores,
de mi otro yo,
y de mi condena.

Incapaz de tener una relación con nadie.
Niña mala incapacitada.

O son los demás. 

Esta noche estoy agotada,
por mí,
que se acabe el mundo ahí fuera,
que yo sólo quiero dormir.
Y no me hacen falta unos brazos falsos,
ni un pecho sin latidos,
para conciliar un sueño,
o unas pesadillas.
Me encanta dormir sola,
y me doy cuenta
que siempre me ha gustado.


Que se muera el mundo,
y que vivan los sueños.



martes, 12 de abril de 2016

Así lo siento



Has estado aquí. Has pisado mis pisadas. Hace unas semanas. Lo he sentido. De la misma manera que he siento como mirabas al fondo, mirada perdida, queriendo que entrara al local, uno con luz, no era tipo pub, y encontrarme entre la gente. Te siento, y no sé porqué. Siento que luchas. Porque no puedes hacerlo, por un lado, y porque te asusta que yo ya tenga familia, por otro. Y que pesa tanto todo, que la balanza se declina hacia el lado negligente. Siento que te pasa algo. Siento oscuridad. Siento pena. Siento lucha interna. Siento las tinieblas. Me pregunto el porqué, me pregunto qué te pasa. Y viene a mi cabeza la respuesta "te falto yo".
No sé porqué motivo siento todo esto. No sé porque lo vivo. No sé si son imaginaciones mías en mi resistencia a dejarlo pasar todo, si es una mala pasada de mi cerebro.

Sin embargo,
así lo siento.

viernes, 8 de abril de 2016

Aquelarre



Hoy me ha pasado algo insólito. El día es gris. Y me he convertido en un hombre, en el hombre del cuadro que tengo colgado encima del sofá. Es un tipo duro, con sombrero, que se está fumando un puro. Pues él, era yo.
Estaba en un puerto. Había un banquito mirando al mar. El gris y la niebla lo cubrían todo. Me senté en el banco, y reflexionando, miré el mar gris. Estaba dando una calada al puro cuando por mi espalda una nube de cuervos me empezó a envolver. Recuerdo los sonidos ensordecedores y los aleteos contra mi cuerpo. Se lanzaban conta mi ser. Me picaban, me arañaban, me empujaban. El sombrero cayó al agua.
Pese a todo el ataque, el dolor, lo tenía dentro. Mi piel estaba anestesiada. Mi sangre salía poco a poco en ríos de lava. Exhalé la última calada que tenía guardada en los pulmones. El puro... se lo llevaron los cuervos. Del humo, salió mi alma, elevándose en línia recta hacia el cielo. Ví como los cuervos acabaron con el cuerpo. Y ví y sentí todo el sufrimiento, el interno y el externo.
Pero un alma vacía de cuerpo, no puede llegar muy lejos. Queda suspendida, indefensa, en el espacio, y en el tiempo. Es un alma todo corazón, sumamente frágil para cualquiera.
El final no lo quise ver. Me dió miedo y aterricé otra vez en mi envoltura. Y el dolor, sigue dentro. No logro recordar desde cuando estuvo aquí, conmigo. Creo que no se fue nunca. Hoy te exacerbas y dueles como nunca. Y tengo miedo de los cuervos, del ataque. Tengo miedo de que rompan aún más mis escombros.Me aterra pensar que un día podría estar sentada en un banco, y que los cuervos me puedan coger por la espalda. Ellos son así, cobardes.
No se puede vivir con tanto sufrimiento. Entiendo a mucha gente que se suicida. Es preferible morir y acabar con todo esto. Pero no tengo agallas. Si tengo que ser santificada por cuervos, que empiece ya el aquelarre.

martes, 5 de abril de 2016

Existo, y a veces pienso




Me gusta correr, porque cuando corro, no pienso. Me gusta ponerme pantalon chandal y una camiseta. Me gusta recogerme el pelo. Me gusta pasar de cualquier clase de estética.
Al principio ando un poco, pero enseguida me pongo al trote.  Los pensamientos empiezan a aparecer haciendo cola y ordenados. Y no les pregunto, ni los juzgo, ni los reprimo. Dejo que pasen, que venan y se vayan. Me limito a observarlos. Cuando menos me lo espero, han desaparecido. Y es ahí donde aparece mi esencia. Estoy yo, está el camino, y está el ruido de mis pisadas. Me gusta correr, porque la experiencia se vuelve atemporal (no pasado) (no futuro)(no remordimientos) y de aceptación como ente.
Pienso luego existo. Qué gran mentira! existo porque soy, y los pensamientos van y vienen, o los paro. Desde luego que no soy lo que pienso, y lo que pienso, no dirige mi vida.
Aunque lo que más me gusta de correr, son los estiramientos de después del esfuerzo. Me quedo relajada, tanto, que no sé porqué me pasa, pero me da por llorar. Saco todo el daño así, y descanso en paz.

Cada día me parezco más a Forrest Gump.