
Las mujeres somos difíciles de contentar, toda la razón. Somos exigentes, pero en esta exigencia está nuestro punto de corte para poder diferenciar quién realmente nos quiere y quien no. A veces la gente construye muros, no para evitar que otros entren, pero sí para ver a quiénes de verdad les importa como para destruirlos. A quién vale la pena aguantar. Porque francamente, creo que las mujeres aguantamos. Los cavernícolas nos cogían de los pelos y nos metían en la cueva. Una putada sí, pero al menos nos traían comida y nos cuidaban a cambio. Ahora te meten en la cueva y te sacan a patadas. Y éstas no son maneras de tratarnos. Un pueblo que no quiere ni respeta a sus mujeres está condenado al fracaso.
Creo que nos tienen miedo, los hombres. Porque somos capaces de volverlos locos. Y nos tapan, nos ponen el burka, nos esconden, nos hacen ser estúpidas y objetos sexuales... porque nos tienen miedo, y necesitan dominarnos.
Y yo debo ser un poco cavernícola, porque eso de que me dominen me pone un montón. Un buen macho que me aprese.
Las mujeres somos las de la intuición.
La magia está en aumento. No lo controlo. Viene sola cuando quiere, pero viene. Está ahí, suspendida en algún punto invisible entre la luz, los colores, el aire. Se esconde detrás de todo y no podemos verla, pero teje una malla que nos envuelve, y no somos capaces de verla porque es imposible. En mi vida hay demasiadas casualidades. Son demasiadas. Al principio pensaba que era mi pensamiento lo que las atraía, pero creo que es justo al contrario. Las cosas suceden, y soy yo quien las capto. Aunque sucedan en otro lugar del mundo. Me vienen a la cabeza, y yo inexplicablemente hago mías ese montón de casualidades. Te presentía mucho antes de conocerte. Me puse tu nombre sin saber de ti. Vibré inconscientemente en tu frecuencia. Qué casualidad.
Y así me ha ido pasando en otras ocasiones, varias veces, con otras cosas. Y últimamente todo esto va en aumento. Cada vez voy captando más esta magia extraña que siento cuando ella quiere, o quizás cuando yo puedo, es que no sé que va primero! no lo entiendo! y me hace pensar a menudo que estoy loca de remate pero es que no lo estoy!
Simplemente lo sé. o no lo sé y me viene sin saber el porqué, que a veces descubro más tarde y otras veces, no. Como sé, que me estás leyendo, como sé, que ella también me está leyendo. Como sé jodidamente que estais ahí detrás! y que os dejo estar porque por algún extraño motivo o algún misterio secreto que no entiendo, tenéis que estar ahí, porque creo que por alguna extraña razon oculta estáis ahí para que yo de una puta vez aprenda algo sobre mí que está oculto y que lo estoy sacando a base de dolor y dolor y angustia como todo ese gran dolor que sufrí para parir a mis dos hijos.
Y no puedo explicar porque lo sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario