jueves, 18 de febrero de 2016

Amanecer





Desperté con cuerpo felino.
Mis uñas, 
estaban cortadas.

Me estiré a lo largo de mi columna vertebral,
y lamí lentamente mis ojos legañosos.

Me hubiera encendido un cigarro en el balcón,
pero desperté gata, y ya no fumaba.
Así que me enfilé por la barandilla.
Sentir el vertigo de tan buena mañana 
superó con creces la abstinencia a la nicotina.

El sol, aún era flojo,
y la bruma lo medio tapaba.
Aún así, notaba el calor en mis bigotes,
me estiré otra vez en la baranda.

Después de la muerte, me sentía viva.
El aire fresco entraba en mis pulmones,
el sol me sonreía con una gran sonrisa.
Miraba al horizonte y el futuro me llamaba,
animándome a dar el salto,
tentándome la piel, 
salvaje. 

Sólo los moribundos 
entienden la belleza de un amanecer.

Siete vidas tiene un gato.

Pienso quemar la cuarta.

domingo, 14 de febrero de 2016

En un mar de caras



Hoy me apetece que me traigas el café a la cama.
Que me aceptes con mi insomnia,
despeinada y con el rimmel corrido.

Hoy me apetece que tengamos física y química,
entre un montón de literatura y lencería,
y entre un puñado de sensaciones y ternura.

Hoy me apetece que bailes conmigo, y que cantemos,
hacer un picnic en el suelo y tomar el sol,
indicarte la ruta cuando estás al volante,
prestarte mis gafas de sol, besarte en los semáforos.

Hoy me apetece estar en tus brazos,
que te duermas agarrado a mi teta,
que me des besitos por la espalda,
mirar mientras duermes.

Hoy me apetece hacer muchas fotos de los dos,
desnudos,
me apetece fotografiar todos los cuadros que podemos formar,
y tintarlos con todos mis sentimientos.

Hoy me apetece volver a sentir que confío,
volver a sentir lo que se siente cuando el amor es correpondido.

Hoy me apetece sentir que no bailo sola,
en un mar de caras.


jueves, 11 de febrero de 2016

El libre albedrío



El cerebro elige que decisiones tomamos hasta 7 segundos antes de que seamos conscientes de que vamos a tomar una decisión. Con lo cual, podríamos decir que el cerebro predice el futuro. Predice que decisiones vamos a tomar incluso antes de haberlo hecho conscientemente.

Si sólo hay posibilidades.. quién o qué elige cuál de todas estas posibilidades tendrá lugar de manera consciente. Es el papel de la consciencia. Quien elige, es libre, tiene libertad de elección.

Nuestras experiencias vienen determinadas por los recuerdos. Guardamos memoria de cada observación. De manera que la elección la determinará nuestra memoria y no nuestra consciencia en la repetición de las observaciones. Los recuerdos mentales se activarán cada vez que volvamos a experimentar algo. Los estímulos repetidos harán brotar no sólo la impresión original, sino todas las impresiones repetidas en la memoria. Y es esta memoria la que nos da sentido a ser Yo, a ser uno mismo. Un conjunto de recuerdos, un repertorio de pasado. Todo lo que represento.

Pero contínuamente nos enfrentamos a cambios, a nuevas probabilidades y posibilidades, al libre albedrío... y con los cambios, no nos sentimos identificados... "ese no soy yo". Sólo es una mera ilusión que no desaparecerá si no estamos preparados para trabajar en ello. Para regresar al principio, a la libertad de elección, al libre albedrío, hay que volver a la consciencia. Hay que borrar los recuerdos de la memoria. Hay que resetear el cerebro para poder volver a ser libres. Libres con libertad de albedrío.

martes, 9 de febrero de 2016

Amor con pasión, o sin compasión



Te echo de menos, y no sólo eso.
Pasan los días y no te olvido.
Me muero por sentir tus besos,
me muero por una ración de sexo salvaje,
me muero por un barril de risas desnudos,
me muero por un insomnio de mi sueño, 
me muero por un insomnio en tu pecho
me muero por un insomnio sin tejidos.

Pero es que es esto posible?
Acaso es que conforme pasan los días
más tonta me vuelvo??
No puede ser!
qué está pasando aquí?
qué me lo expliquen!

Es una tortura.
Tú apuntas,
la pistola no dispara,
la bala me alcanza
y me mata!

Pero es que tú no eres tuyo,
sino de ella.
Y yo no soy tuya,
sino muy mía.

Y sin embargo 
mi mirada se entela,
maldita sea!
Y no puedo verte triste,
y quiero sentir tu lengua, 
y levantar tu expresión,
y besarte con ganas,
y obligar a tu vista a que tope,
con mis pupilas dilatadas.

Y me gustaría que fuera con luz,
con mucha luz,
porque he comprobado que sin bombillas
se inventan los faroles.

sábado, 6 de febrero de 2016

La libertad




Hoy mi alma ha dejado mi cuerpo. Se ha ido a un bosque verde. No hacía frío, ni calor. Estaba descalza, y la hierba verde mojaba mis pies al caminar. En la colina, bañada por la luz dorada del sol, habían dos sillas. Tomé una y me senté. A lo lejos vi tu figura. Mi consciencia te estaba llamando, y tu silueta caminaba y se acercaba hacia mí. Tomaste la otra silla y te sentaste frente a mí.
Te miré a los ojos. Los observé durante un tiempo y me metí dentro. El cuerpo se volvió muy pesado. Sentí dolor, pena, y mucho sufrimiento, y miedo. Con un espíritu que sufría, no vistes el dolor que afligías en mí. Y sentí que también sufrías por ello. Y cuanto te pesaba todo.
Volví a mirarte a los ojos, y te perdoné. No te diste cuenta. Te libero de toda culpa y te dejo marchar en paz.
Me senté otra vez sola, en la silla, al atardecer en la colina. Y me perdoné a mi misma. Me perdoné por no haberte podido perdonar antes. Me perdoné, por pensar que siempre había sido culpable. No soy culpable de nada. Soy inocente, y siempre lo he sido.
Me libero de toda culpa, y me dejo marchar en paz.

lunes, 1 de febrero de 2016

Mar y cielo con dos guantás




Como el rosario de la aurora. Así va a acabar esto. Claro que yo hubiera preferido otro final. Ese en el que nos pegan dos guantás bien dadas, pero de esas con la mano abierta, para ver si así salimos ya de este gilipollismo del que tan aficionados somos los dos. Eso es algo que compartimos.
Pues eso, un par de guantazos bien dados y como nuevos, seguro. Sólo nos haría falta un juez que nos los repartiera. Oye, pensándolo bien no es mala idea. En vez de casarnos, que nos soltaran un par de guantás y espabilábamos de golpe. La luna de miel podría ser una luna lúcida. Podríamos ser hasta normales. Nos podríamos llamar chuchicuchi, ya puestos a ser del montón... Aunque no me imagino yo llamándote cuchicuchi. Me pongo en escena. Yo, toda romanticona, con los ojos entelados, mirandote con morritos y diciéndote "cuchicuchi". Y tú, mirándome con cara de poker, fingiendo que no has escuchado nada. Y yo, como haces que no me oyes, me vuelvo más empalagosa y te repito con morritos..."cuchichuchi". Así hasta que al final te enfadas, a mí me da la risa, y a ti... a ti.... que se te ocurriría a tí?  se te podría ocurrir cerrarme la boca con un beso y dejar que subiera la marea.

Es increíble como mi corazón se niega a perderte. Es incríble la resistencia a no dejarte ir, nunca, nunca, nunca. Y hay q ver que cojones tengo, casi casi como los tuyos. Esto también lo compartimos. Me niego y me niego y me niego. Y qué hago a ver. No puedo obligar a nadie a que me quiera y se comparta conmigo, eso es de egoísta. Pero no puedo estar enamorada de nadie que no se comparta conmigo tampoco, porque me hace sentir ridícula y sufro mucho.

Qué más da todo ya, no crees? ahora estoy mucho mejor que cuando me conocistes.

Nunca te habría hecho daño. Si hubieras podido sentir la certeza de lo que digo, si hubieras podido sentir lo que yo siento, estoy convencida de que no habrías tenido miedo.

Vaya, la tristeza vuelve, casi que es mejor volver a la luna de miel de después de las guantás. Que por cierto, fantástica luna de miel. Sin maletas, sin ropa. Sin libros ni canciones. Más que tú y yo, y toda nuestra imaginación. Suena tan bien! Eres hecho a mi medida. Y sé que a veces eres frío como la nieve, y sé que puedes ser callado como un cementerio. Pero imaginaré que con la guantá también se te quita algo de eso. Me clavas cuando me miras. Al principio no podía mirarte los ojos. Hoy, me sobra descaro para no apartarte la mirada. Sobretodo cuando me embistieras. Sobretodo cuando te bailara.

Ni habiéndo borrado mi puto número de teléfono, pierdo la ilusión de estar contigo. Es que por más que lo pienso no puedo dejar de sorprenderme a mí misma de lo que siento. Es que es incríble. Increíble y admirable. Vas a ser lo más triste de mi vida.Yo hubiera preferido que hubieses sido lo mejor.

Al fin y al cabo, siempre he vivido de la ilusión.
Al fin y al cabo, en ningún momento he perdido la esperanza.
Al fin y al cabo, por qué me hago eperanzas si me acabas de borrar del móvil?
Al fin y al cabo, yo vivo en un mundo paralelo que confunde la realidad.
Al fin y al cabo, es que no me entero de nada o qué me pasa.
Al fin y al cabo, yo sólo sé, que no sé nada.