sábado, 4 de julio de 2015

Miserable

Recuerdo cuando éramos felices. Recuerdo cuando algún día fuí feliz.
Recuerdos y más recuerdos.
Qué cansado es recordar.
Y qué lastimoso se convierte todo junto.

La vida sigue.
La tierra no se ha parado.
La luna está ahí también.
Todo gira alrededor mío,
mientras yo,
estanco el ser,
me limito a estar,
y ya sólo sé que no sé nada.

Tan difícil es alguien que no huya,
tan difícil es, que por esta vez, tampoco huya yo.

Es cómo una tarea superlativa el poder ser,
un esfuerzo,
que no debería ser así.

Y si cuesta tanto esfuerzo, quizás es porque me estoy equivocando. Lo veía tan claro a principio.. y sin embargo, tan oscuro al final.
Y aprendo en cada paso. Y aprendo cómo se comporta alguien cuando te quiere, y cuando no.
Tan inocente he sido siempre.. maldita inocencia, cuando voy a aprender.
Todos con mochilas, todos cargados de problemas. Me cansa y me sobresatura.
Yo sólo quiero algo sencillo,
querer, ser querida,
y vivir.
No pido tanto, por qué es tan cuesta arriba?

Paso del mundo. Me escondo como está la luna esta noche, entre las nubes.
Y de una nube, paso a otra, y pienso, y me sorprendo, y me descubro, y me apeno, y entiendo tantas cosas que no me gustaría entender.
Me canso de la miseria humana. Y yo también soy miserable.

Ay si tan sólo existiera un paraíso después de la muerte..
pero ni eso sabemos.

Sigo sin encontrar sentido. Qué leches hacemos aquí? todos gilipolleando y dando vueltas como tontos, es que esto no puede tener sentido alguno! es imposible!

La vida de mis abuelos... vidas miserables.
La vida de mis padres... vidas miserables.
Y mi vida, más miserable que la de todos juntos.
Para luego morir y que los demás piensen "qué vida más miserable y al final nada, al hoyo"
Qué tontería el vivir.
Me dan ganas de drogarme y alucinar todo lo que pueda hasta matarme.
Qué más dá.
De la miseria vengo y a la miseria me voy.
Lucho porque mis hijos no sean miserables... pero no se van a escapar, tampoco, me temo.
Esto debe ser una patología hereditaria.

Espero que no salgan a mí,
que pongan los pies en la tierra,
que sean listos y se rodeen de buenas personas,
que los quieran,
pero de un amor de esos que no duele,
de esos que aún no sé si exisen,
o si son posibles.


Me canso  hasta de gilipollear con el blog,
que también me ha salido miserable.
Doy hasta pena.

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