Despertarme, sin prisa,
levantarme, sin pausa.
No tener que maquillarme, ni peinarme,
porque sólo estoy yo,
en esencia.
Y decidí,
no atarme.
Atarme a esta sociedad,
exigencias y expectativas.
Aquí sólo estoy yo,
y esta existencia,
no liga.
Ni con la sociedad,
ni con el trabajo,
ni con el capitalismo,
ni con el sexismo...
Ser madre, divina y estupenda,
siempre de buen humor,
siempre coqueta.
Tanta perfección.. hace huir a cualquiera.
Así que huyo y me voy,
a un mar y un cielo.
Cuanta inmensidad!
una se siente pequeña.
Robison Crusoe de mis sentimientos,
aquí, donde no hay,
le pongo un remedio.
Aquí donde sobra.
le busco un asedio,
en tu mar,
y también en tu cielo,
que siendo diferentes a los míos,
también buscan consuelo.
Y aunque mil veces he oído,
y mil veces me han dicho,
que la respuesta no es la huída,
yo prefiero mi cielo,
y mi mar,
y vivir como un animal.

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